

Secciones
Servicios
Destacamos
JOSEBA GARCÍA
Miércoles, 15 de agosto 2007, 03:52
La imposibilidad de ETA para perpetrar atentados por la sucesión de golpes policiales a sus militantes ha provocado un rebrote de la violencia callejera en el País Vasco. La 'kale borroka', tras semanas de relativa calma, reapareció con violencia la noche del lunes en diversos puntos del País Vasco. San Sebastián, Vitoria y Amorebieta fueron los lugares escogidos por los violentos para atacar con artefactos explosivos una sede del PNV, un vehículo oficial, un juzgado de paz y siete sucursales bancarias. Los partidos democráticos vascos coincidieron al tildar de «fascistas» estos actos violentos.
Las fiestas de la Virgen Blanca, un buen termómetro para medir este fenómeno, transcurrieron sin grandes incidentes, lo que hacía presagiar que las sucesivas semanas festivas de San Sebastián y Bilbao iban a seguir por el mismo sendero. Pero la incapacidad de ETA para plasmar en hechos sangrientos la ruptura del alto el fuego, los sucesivos golpes policiales al entramado terrorista y la firmeza judicial para prohibir actos públicos, acabaron por convencer a los más radicales de la izquierda 'abertzale' que la situación no podía seguir así.
Proceso de paz
Los dirigentes de Batasuna creen que el llamado proceso de paz no está roto a pesar de que Gobierno y ETA así lo hayan dicho. Sin ir más lejos, ayer, un histórico de la izquierda 'abertzale', Tasio Erkizia, urgió a retomar las conversaciones porque es «necesario y posible».
Mientras tanto, afloró el vandalismo callejero. El más grave de los ataques tuvo lugar en la localidad vizcaína de Amorebieta, cuna del fallecido miembro de ETA 'Pelopintxo', y en la que la Audiencia Nacional prohibió el pasado sábado un homenaje. Un grupo de jóvenes incendiaron varios contenedores y arrojaron artefactos de fabricación casera contra siete sucursales bancarias y cócteles molotov contra el juzgado de paz.
Los actos de la 'kale borroka' se trasladaron a San Sebastián, donde varias personas arrojaron cócteles molotov contra la sede central del PNV. La noche violenta concluyó en Vitoria donde un vehículo del Ayuntamiento quedó calcinado al explotar un artefacto casero colocado en los bajos. La Ertzaintza detuvo a un joven.
Precisamente, uno de los cabecillas de la violencia callejera, Igor Maiora, detenido este lunes en Vitoria, ingresó ayer en prisión por mandato del juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo.
Por otra parte, el juez Fernando Andreu, a petición de la Fiscalía, ordenó ayer a la Ertzaintza que no impida la manifestación convocada para hoy por la izquierda 'abertzale' en homenaje a la ikurriña y en rechazo de la bandera española, pero que la vigile y evite que se produzca cualquier tipo de delito.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.