La casa de las mujeres

Enrique Salvo, de Aetos Restaura, la empresa que está llevando a cabo la recuperación de las pinturas, confesó que fue toda una sorpresa la aparición de las mujeres. «Esta restauración ha sido un hallazgo desde el principio. Lo primero que nos llamó la atención fueron los tonos en los que estaba pintada la fachada. A diferencia de otros casos, en los que predominan los colores tierra, aquí resaltan el fondo salmón y los tonos verdosos», relató este restaurador.

Pero, sin duda, lo más llamativo ha sido la aparición de tres figuras femeninas. La mejor conservada es la del primer piso que da a la calle Carretería. Porta una tela y una copa, y viste un traje muy ceñido que marca y dejar ver por arriba sus pechos. «Hemos intentado averiguar qué puede representar, pero no lo tenemos claro. Creemos que puede ser una diosa de la mitología griega llamada Hebe que fue pintada de un modo similar en un cuadro del siglo XIX. Las pinturas podrían ser tal vez de finales del XVIII y principios del siglo siguiente», explicó Salvo.

Otra figura está situada en la misma posición pero en el segundo piso del edificio. En este caso, no se trata de una representación de cuerpo entero, sino de una mujer de medio busto apoyada en un pedestal. Está mucho peor conservada que su compañera del piso de abajo, pero el esgrafiado -marcas que se hacían en el muro para delimitar el dibujo que luego se pintaba- va a permitir recomponerla prácticamente en su totalidad. Lo más llamativo de esta otra figura es que sostiene en sus manos un arpa.

La tercera es la peor conservada de todas. Apenas si se vislumbra su rostro en los muros que dan a la calle Puerta de Antequera, que comunica Carretería con Arco de la Cabeza. «De esta solo vamos a poder recuperar la cara, porque el resto se perdió y no sabemos cómo era», apuntó el restaurador. No obstante, en este lateral de la casona sí se ha podido recuperar con una mayor claridad la decoración que enmarca las ventanas del edificio. «Tiene unos motivos más clasicistas que barrocos, a base de lazos y hojas», dijo. Los restauradores han sacado unas plantillas de esta decoración para reproducirla en el resto de vanos, en los que las vigas de madera que los soportaban han sido sustituidas por otras de hormigón.

«Si no se llegan a hacer las catas, este edificio no tendría catalogación alguna y podría incluso haberse echado abajo. Afortunadamente, su recuperación es toda una realidad», subrayó el responsable de Aetos.

Sin ayuda municipal

Por su parte, David Castellón, responsable de la obra, que está promovida por los propietarios del inmueble, entre ellos los dueños de la farmacia del local de la planta baja, que volverá a abrir sus puertas tras la rehabilitación, destacó que los 150.000 euros que suponen los trabajos han sido asumidos íntegramente por los privados, sin que el Ayuntamiento haya aportado ayuda alguna, pese a que se le ha solicitado. Solo la recuperación de las pinturas supone un coste de unos 30.000 euros.

Es posible que para finales de mayo se retiren los primeros andamios para que cuantos pasen por Carretería se dejen sorprender por un nuevo ejemplo de las pinturas que los malagueños de hace trescientos años trazaron en sus casas para suplir con ingenio y destreza otras decoraciones mucho más costosas. Una práctica única de la ciudad que constituye toda una seña de identidad de su casco antiguo.