Las goteras inundan la Diputación a los cinco años de su inauguración

Una de las zonas más afectadas, según pudo comprobar este periódico, es el vestíbulo frente al área de Alcaldía y el salón de plenos, donde una quincena de cubos de distintos colores y tamaños recogen el agua. Alrededor de ellos se pueden observar charcos, lo que ha obligado a la Diputación a poner unos carteles advirtiendo del peligro de resbalarse. La situación ha llegado a tal punto que algunos de los cuadros colgados en las paredes de este espacio han sido retirados para evitar que no dañen.

Los efectos más severos se han dejado notar en la escalera que va hacia el segundo piso de la zona política. La caída de una parte del techo ha obligado a cortar esta vía de acceso. Se han tenido que colocar unos andamios para su reparación.

Las goteras están protagonizando estos días no pocas conversaciones entre los empleados públicos y los políticos que trabajan en este edificio en la zona de La Misericordia. Los comentarios jocosos se mezclan con las duras críticas al hecho de que un inmueble de reciente construcción y que tuvo un alto coste presente estas deficiencias. «Y eso que en Málaga no suele llover mucho. No sé que pasaría si estuviéramos en el norte de España», se quejó ayer un veterano funcionario.

Casi 45 millones de coste

La nueva sede de la Diputación Provincial de Málaga fue inaugurado el 26 de marzo de 2007 por el entonces presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, bajo el mandato del socialista Salvador Pendón. Se trata de un inmueble de 46.151,41 metros cuadrados distribuido en dos edificios -uno político y otro administrativo- y cuyo coste rozó los 45 millones de euros. El arquitecto autor del proyecto fue Luis Machuca.