Muere un electricista tras recibir una descarga en una residencia de ancianos

El profesional acudió junto a un compañero al geriátrico para reponer unos fusibles, según explicó una religiosa de las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones, que gestiona la residencia, situada en el número 12 de la calle Frigiliana.

Los dos electricistas habían estado trabajando en la instalación por la mañana y volvieron al tajo después de la hora del almuerzo. El accidente ocurrió minutos antes de las cuatro de la tarde. Ambos bajaron al semisótano, donde se encuentra el cuarto del cuadro eléctrico.

Según apuntaron otras fuentes consultadas, cortaron la corriente para empezar a trabajar. Sin embargo, al tocar la instalación, Isidro B. R. sufrió una descarga de 380 voltios. Al parecer, su compañero intentó desplazarlo para que se despegara del cable, aunque sin tocarlo con las manos, ya que habría corrido la misma suerte. Sus esfuerzos fueron en vano. El hombre se había electrocutado.

Una uvi móvil del servicio de emergencias 061 se desplazó a la residencia para asistir al trabajador. «Trataron de reanimarlo durante una hora, pero no pudieron hacer nada por su vida», comentó la religiosa, todavía conmocionada por lo sucedido. Una vez que los sanitarios certificaron el óbito, se avisó a la comisión judicial para el levantamiento del cadáver, así como a la Policía Nacional, que investiga las circunstancias del accidente laboral.

El fallecido trabajaba para una empresa de Antequera, a la que también pertenece su compañero, según señalaron desde la residencia. El operario conocía a la perfección el cuadro eléctrico del edificio, ya que él mismo se habían encargado de colocarlo. La instalación está prácticamente nueva, ya que la residencia -con 78 plazas, de las cuales 40 ya se encuentran ocupadas- se inauguró el pasado 19 de diciembre.