«Si sube el IVA enviaremos las escrituras de los hoteles al Ministerio, porque será imposible mantenerlos»

-El turismo afronta un verano más, pero nada parecido a los anteriores.

-Es un verano tremendamente atípico y en el que se aglutinan demasiadas cosas en el inicio de la temporada alta.

-Lo dice como algo negativo.

-No sabemos cómo van a terminar cada uno de los frentes que hay abiertos, con los recortes, las tasas aeroportuarias o la subida del IVA. Pero es que, aparte de la crisis económica que nos afecta a España y a Europa, se añade que lo estamos pasando peor que nunca, a lo que se suma la falta de credibilidad que se ha creado y que genera retraimiento a la hora de realizar el consumo en todos los aspectos, y en turismo más. Por ahora las ocupaciones se van resolviendo, pero las reservas se están formalizando con más retraso que nunca. Pese a todo ello confío plenamente en que los españoles van a disfrutar de sus vacaciones y van a contar con Andalucía para veranear, teniendo en la Costa del Sol un punto principal.

-En estos momentos, ¿qué hay, más dudas que esperanzas o más confianza que reservas?

-Soy optimista y confío en que podamos aproximarnos a las ocupaciones del pasado año. Es cierto que la actividad de los últimos veranos tampoco es la mejor referencia, pero el objetivo es que no podemos perder más cuota de mercado. Así que en estos momentos tengo más esperanzas que dudas sobre la evolución turística de este verano. De hecho, junio ha sido un mes estupendo. Julio se ha enderezado en la primera quincena hasta niveles del año pasado y la segunda se vende ahora, pero sin el pánico de años atrás. Nos hemos acostumbrado a las reservas de última hora, y eso ha hecho que los precios se mantengan.

-¿Cuál es el problema que complica esta temporada alta, cuando hasta ahora los veranos se vendían sin esfuerzos?

-El problema es la crisis económica y en el caso de Andalucía el hecho de que hay un exceso de oferta, fruto del periodo del 'boom' inmobiliario, que nos llevará años poder asumirlo. Ambos factores provocan que la rentabilidad de los hoteles está en niveles mínimos y fuera de los parámetros que tiene que dejar un negocio de estas características en condiciones normales. Tenemos que trabajar para que se vaya solucionando este problema, porque no se pueden llenar los hoteles a base de bajar los precios.

-¿Considera que habría que tomar medidas ante el exceso de oferta?

-Poco podemos hacer respecto a este asunto porque estamos en un mercado libre. En Andalucía recogemos en la Ley del Turismo la posibilidad de formalizar un cambio de uso de los hoteles, que ya está incluido en la normativa actual. Sin embargo, a la hora de la verdad la situación es distinta. Los hoteles se hacen para cumplir con su finalidad y no es fácil el cambio de uso.

-No es la primera ni la última situación complicada que afrontan destinos punteros como la Costa del Sol, pero ¿qué frente considera que hay que atacar con urgencia para salir airosos?

-Lo primero que hay que hacer es tomar conciencia de que a las administraciones, los sindicatos y a los empresarios nos corresponde una labor concreta a cada uno. Hay que pensar en avanzar, no podemos caer en el lamento. Así, creo que la promoción y la publicidad hay que hacerla de otra forma. No quiero decir que, como se ha estado haciendo con anterioridad, no haya servido, porque lo cierto es que todos los planes han sido aprobados con el consenso del sector. Pero ahora necesitamos una promoción distinta para recuperar la pérdida de imagen y de credibilidad que estamos sufriendo.

-¿Y qué propone para dar este giro?

-Quiero apuntar la cantidad de entes que hay haciendo publicidad, y que lleva a repetirnos con el mismo tema y en el mismo sitio. Eso hay que ordenarlo. Hay que utilizar mejor los recursos económicos, hacer planes conjuntos entre distintas administraciones, porque cada uno por su cuenta no alcanzamos los objetivos que son necesarios. En cuanto a los empresarios, tienen que apostar por la calidad, la innovación y la formación del personal. Hay que buscar el máximo grado posible de satisfacción de los clientes. Y los sindicatos tienen que dar el mensaje a sus afiliados de que hay que cambiar los aspectos de amabilidad y formación. Una empresa bien equipada sin un servicio amable no sirve, y al revés tampoco. Somos un conjunto y esta será la mejor forma para recuperar la cuota de mercado perdida, alcanzar el equilibrio en calidad y precios, y retomar la rentabilidad. Hay que ser conscientes de que tenemos el producto, la mejor ubicación, unas infraestructuras extraordinarias y una marca mundialmente reconocida. Tenemos que pensar en grande y en grupo.

-Y pese a todo, el turismo es el motor de la economía...

-Esas son las cifras que tenemos. A pesar de todo los indicadores son positivos. Hay mercados que recuperamos bien, como el alemán, que después de cuatro años de caída vuelve a crecer. Esta semana mantuve una reunión con los dos mayores touroperadores y coinciden en que Andalucía y la Costa del Sol habían crecido respecto al año pasado. Es una gran noticia, porque el mercado alemán es importante debido a que genera muchas pernoctaciones y es fiel. Además de valorar que desde 2007 se perdía cuota de mercado.

-También la moda de viajar a destinos cercanos beneficia a la región. ¿Ha calado el llamamiento a los españoles de viajar por el país e, incluso, a los andaluces de quedarse en la Comunidad?

-Andalucía y la Costa del Sol salen muy beneficiadas del alza del factor de proximidad en el diseño de la vacaciones dado que es una comunidad grande y que son muchos andaluces que optan por no salir de la misma. Ha calado el mensaje porque la clave está en que en Andalucía tenemos producto para todos los segmentos: sol y playa, pero también interior, además de cultura, ocio, aventura, salud o belleza. En el Mediterráneo no existe una oferta tan completa como la de Andalucía y este año, más que otros, hay más andaluces en los hoteles de la región.

-¿Cómo se siente el sector cuando las propuestas que existen para el turismo distan mucho de lo que precisa esta importante industria?

-Distan de lo que necesita el sector y de lo que está pidiendo la industria para seguir siendo el motor de una economía en la que solo avanza el turismo. Esto nos tiene tremendamente preocupados, porque tenemos que dejar claro el esfuerzo que están llevando a cabo todos los profesionales. Los empresarios estamos vendiendo a precios de hace cinco años mientras que el IPC turístico ha subido un 19,80% en este mismo periodo. De ahí la pérdida de rentabilidad. Por eso todavía más nos preocupa el rumbo que se está fijando. Quiero confiar en que el Gobierno tome conciencia de la importancia del sector y que desde luego no lleve a cabo las últimas propuestas. Una subida del IVA sería el caos para las empresas, sobre todo en el sector de alojamiento, dado que no podemos repercutirlo más que en la cuenta de resultados del negocio al estar firmados ya los contratos con los touroperadores para todo el próximo año.

-¿Cree que la subida del IVA puede ser letal?

-Los hoteles tienen los contratos firmados y eso no tiene marcha atrás. Es más, los operadores ya se han adelantado y han avisado de que el IVA no es su problema y de que no habrá modificaciones. Los paquetes vacacionales son todavía muy amplios y tienen un gran impacto en el sector. Hay que recordar que en el mercado europeo el 80% de los turistas vienen con touroperadores, cifra que baja mucho en el caso de España. La touroperación supone el mayor volumen de negocio, y esto sería inasumible para una empresa. En estos momentos no tenemos ningún hotel que tenga un 10% de beneficios sobre las producciones. Si se sube el IVA les enviaremos las escrituras de los hoteles al Ministerio, porque sería imposible mantenerlos. El futuro de las empresas depende de ello, que nadie lo dude.

-Se habla mucho del reto de la estacionalidad. Sin embargo, ¿la Costa y Andalucía van camino de plantarse en octubre sin medidas para romper con ella?

-La estacionalidad es fundamental acabar con ella para salir de estos inviernos negativos. La verdad es que estamos en un momento que no es fácil romperla. Creo que si nos ponemos a trabajar conjuntamente y a hacer ofertas y paquetes globales podemos paliar sus efectos y recuperar ese turismo de invierno. Tenemos que hacer programas atractivos, apoyándonos en los operadores, hay que contar con ellos. Creo que se está a tiempo, pero es el gran objetivo que nos tenemos que marcar.

-Otro de los problemas es que el turismo empieza a verse afectado por recortes presupuestarios. ¿Toca apretarse el cinturón o establecer nuevos modelos para la promoción de los destinos?

Habrá que hacer las dos cosas, sin duda. Lo que está claro es que en promoción no podemos recortar bajo ningún concepto.