Dos diputados de IU se rebelan y votan contra el plan de ajuste

Los otros nueve diputados de IU votaron a favor junto a los del PSOE, por lo que el decreto salió adelante por 53 votos frente a 50 en contra. Un resultado muy raspado. Una diputada del PSOE se equivocó y tampoco apoyó el ajuste. Protagonizó la anécdota de una votación tensa y confusa con la que se pondrá en marcha el mayor ajuste presupuestario de la Junta en su historia llevado a cabo para cumplir con el déficit público impuesto por el Gobierno y Bruselas. El decreto será tramitado como ley, recibiendo para ello el respaldo del PP, pero los dos diputados de IU mencionados también votaron en contra.

No es la primera vez que Sánchez Gordillo rompe la disciplina de voto de IU. En la sesión de investidura y constitución del Parlamento mostró su discrepancia con la elección de Manuel Gracia como presidente del Parlamento.

El caso de Marina Segura adquiere otro matiz. Segura ha seguido la indicación de la dirección provincial de Sevilla del PCA, cuyo máximo dirigente, Juan de Dios Villanueva, se ha mostrado radicalmente en contra de que IU respalde el ajuste del Gobierno. Su indisciplina de grupo ayer evidencia la tensión y discrepancia interna en la formación de izquierdas sobre cómo esta aborda su papel en el Gobierno de coalición. Fuentes de IU aseguran que Segura recibió fuertes presiones internas para emitir su voto negativo.

El líder de IU llegó a escribir una carta a la militancia para hacerle comprender la importancia de apoyar el ajuste ante el temor de la división interna en la formación. En la misiva llegó a decir que si no respaldaban el ajuste, el pacto con el PSOE se rompería y habría elecciones anticipadas. Valderas se mostraba ayer, no obstante, satisfecho. «Henchido de emoción», dijo a los periodistas. Prefirió ver el vaso medio lleno. Es decir, cómo casi todo su grupo obedeció su consigna. Valderas, no obstante, no descarta medidas sancionadoras a los diputados que han roto la disciplina de voto.

Para IU ha sido difícil tragar con las medidas que ayer se aprobaron, como la congelación de la inversión pública, la subida de impuestos y la bajada de salarios a los funcionarios. Iniciativas contra las que arremetieron en la campaña electoral. José Manuel Mariscal, secretario general del PCA y miembro del núcleo duro de Valderas, llegó a pedir que se deje «pasar» el ajuste y la formación de centre en el Presupuesto de 2013.

Injusto y desproporcionado

El argumento de Izquierda Unida, lo mismo que el del PSOE, es que el ajuste no les gusta, pero que están obligados por los recortes en los ingresos del Gobierno central y el compromiso de la estabilidad presupuestaria. La consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, el portavoz de IU, Ignacio García, y el del PSOE, José Caballos, abundaron en estos argumentos para defender el decreto.

Aguayo reiteró que la tijera a las cuentas andaluzas obedece al plan de reformas y recortes del Gobierno de Rajoy para cumplir con un déficit del 1,3% que sigue considerando «injusto y desproporcionado». Ha vuelto a manifestar que el recorte sería otro si el Gobierno de Rajoy hubiera reconocido, aunque no lo pagase, la deuda de 2.500 millones por no haber invertido en Andalucía esa cantidad según lo convenido en el Estatuto de Autonomía. Cantidades que dejó a deber Rodríguez Zapatero.

Ignacio García reconoció el «sacrificio» de los funcionarios, pero ha reivindicado que gracias a IU el decreto contiene mejoras, como que los mileuristas no se vean afectados por la bajada de salarios o que el recorte del de los interinos sea del 10% y no del 15% como estaba previsto en el primer texto.