Un horno a alta velocidad
La pieza se halló durante las obras del AVE Antequera-Granada y ha sido trasladada al Museo de Antequera tras un complejo proceso
CARMEN MARTÍN
Martes, 8 de mayo 2012, 09:33
La historia sobre el hallazgo del horno romano de Arroyo Villalta no puede entenderse sin las obras del AVE Antequera-Granada. Durante la ejecución ... de los trabajos de la plataforma de vía de la línea de alta velocidad a su paso por el municipio antequerano salió al descubierto una pieza que causó impresión en los arqueólogos, un horno de entre los siglos I y II d. C. que conservaba intacta la parrilla.
En septiembre del año pasado, el Ayuntamiento de la localidad daba a conocer a la opinión pública la existencia de la pieza encontrada en el yacimiento Arroyo Villalta, donde previamente, durante los trabajos del AVE Córdoba-Málaga ya se excavaron cinco hornos y una necrópolis. Las obras del tramo Nudo de Bobadilla Fase I de la nueva línea de alta velocidad que impulsa el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) posibilitaron la aparición de seis hornos más e infraestructuras auxiliares como un edificio de grandes dimensiones, tres zonas de acopio de escombro y una balsa de decantación de arcilla. Todo ello hizo que el yacimiento, con 14.200 metros cuadrados, sea considerado uno de los complejos alfareros de época romana más importantes de Andalucía.
El Ayuntamiento no tardó en solicitar a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía su depósito en el Museo de la Ciudad de Antequera, donde llegó recientemente tras un complejo proceso para ser expuesto al público este verano, según dijo la edil de Patrimonio, Eugenia Acedo. Los trabajos impulsados por Adif de conservación, extracción y traslado han sido supervisados por arqueólogos.
41.000 kilos
El horno, destinado a la cocción de material constructivo, de planta circular y diámetro interior de 3,1 metros, tiene una parrilla de 30 centímetros de grosor. Según Adif, se han llevado a cabo una serie de medidas que han garantizado un correcto corte, traslado y depósito en el Museo. Así se aplicó herbicida-biocida en la zona externa para evitar la posible vegetación. Luego se extrajo tierra para rebajar el terreno hasta una cota de 50 centímetros por debajo del fondo del horno y así tener fácil acceso a los materiales y se llevaron a cabo tareas para consolidar y proteger su interior y exterior. Además se le hizo una estructura metálica a modo de armazón capaz de soportar su peso, unos 41.000 kilos. La pieza, mediante corte con hilo adiamantado, quedó dividida en dos mitades, una de 18.000 kilos y otra de 23.000 kilos, para su mejor transporte y depósito. Para la extracción del horno del yacimiento se utilizaron dos grúas de gran tonelaje, mientras que el traslado y el depósito en el Museo de la Ciudad se realizó mediante góndola.
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