Una competición en buen ambiente

La primera de las pruebas dio comienzo a las diez y media de la mañana y en ella participaron unos setenta niños no solo del distrito Este de la capital, sino también de otros barrios de la ciudad. Así lo hicieron unos treinta alumnos del colegio Los Morales, del Puerto de la Torre, que pasaron un buen rato con sus compañeros durante los 15 minutos que duró la carrera desde la plaza del Padre Ciganda hasta el colegio Virgen Milagrosa y vuelta al punto de salida. «Nos lo hemos pasado muy bien, ya llevamos dos años viniendo», apuntó uno de los menores.

A sus nueve años de edad, la de ayer fue la segunda participación en la carrera para Susana Romero Blazquez, vecina de la zona, que siente una especial afición por el deporte. «Ha sido fácil. Ya he participado en la carrera de San Silvestre y para ésta de El Palo no necesito entrenar», explicó esta alumna del colegio de la Asunción, que quedó cuarta en su categoría.

La carrera de seis kilómetros, hasta la playa del Peñón del Cuervo y vuelta a la plaza del Padre Ciganda, dio comienzo a las once de la mañana con un pistoletazo de salida en el que estuvieron presentes la concejala del distrito Este, Carmen Casero, y el director del Área de Deportes del Consistorio, Javier Imbroda.

Un clásico

Apenas 17 minutos y 40 segundos después del toque de salida cruzó la línea de meta Bodo Kieckbusch, todo un campeón de este tipo de carreras que hizo gala a su dorsal, en el que lució el número 1. «Esta es una carrera clásica ya dentro de las que se disputan en la provincia y me gusta participar por el buen ambiente que hay. Es un evento más sano que otros porque aquí los premios no son en metálico, y es algo más participativo», destacó este deportista de 31 años que, tras dos años sin asistir, ayer sí hizo acto de presencia en la carrera paleña para disgusto de los que confiaban en que su posible ausencia les daría opciones para ocupar el primer puerto del podio. De las ocho veces que ha participado en la carrera, en cinco ha quedado en primer lugar, incluida la de ayer.

Junto a él trataba de recobrar el aliento Antonio Báez, otro aficionado del deporte que no ha faltado ningún año a la carrera desde que hace cinco es vecino de El Palo. «Hay muy buen ambiente, participa mucha gente del barrio y eso es bueno, porque sirve para fomentar el deporte, sobre todo para los niños. Veo muy bien que se les dé cancha para que participen desde muy pequeños», expuso.

Con solo dos años

En esto último, Báez constituye todo un ejemplo ya que llamó la atención de todos los participantes que corriera con un carrito especial en el que portaba a su hijo Javier, que ayer precisamente cumplía dos años. «Hay que inculcar el deporte a los niños», defendió este vecino, quien confió en que, tras años de retraso, pronto pueda ser una realidad el centro deportivo que la ACB construye en lo que fueron las cocheras de autobuses, en la avenida de Juan Sebastián Elcano. «En este distrito hacen falta instalaciones deportivas porque apenas si tenemos el paseo marítimo para poder hacer ejercicio», añadió.

A sus 61 años, José Francisco Infantes corrió por quinto año respirando el aire del mar. Es vecino de Carretera de Cádiz, pero no se pierden una carrera urbana. «La de El Palo es una fiesta deportiva en una barriada estupenda que debería extenderse a otras zonas de la ciudad», subrayó este veterano corredor, que animó a otros mayores a seguir su ejemplo y practicar ejercicio.

Los trofeos de la carrera se entregarán el próximo viernes, a las 20 horas, en el edificio de asuntos sociales situado en la plaza del Morejón.