Roban el dinero de las nóminas de un taller tras dar una paliza al propietario
Los tres atracadores, que iban encapuchados y armados, asaltaron al hombre cuando abría la nave y le propinaron patadas y golpes
MÓNICA PÉREZ
Sábado, 31 de diciembre 2011, 10:31
Como cada mañana, Ramón Torres llegaba ayer puntual a la apertura de su nave dedicada a la reparación de vehículos ubicada en el Polígono ... La Ermita de Marbella. Eran las siete y media. Sin embargo, una vez que encendió las luces de las tres salas y desactivó la alarma se encontró con una desagradable sorpresa. Tres encapuchados armados le abordaron por la espalda ordenándole que se tirara al suelo y anunciándole sus intenciones. Los atracadores se llevaron un botín de 5.800 euros, el dinero de las nóminas de los empleados que, como cada día 30, Ramón entrega en mano.
Con el susto aún en el cuerpo, la víctima relató a este periódico el fatal episodio. No solo perdió el dinero, sino que recibió una fuerte paliza de la que tuvo que ser atendido en el Hospital Costa del Sol. «Empezaron a golpearme y a darme patadas en la cabeza», relató. Como consecuencia del ataque, el hombre sufre una herida en la barbilla y en el dedo de una mano. «Podía haber sido peor», comentó aliviado.
Al pie del cañón
Pese al suceso, a mediodía de ayer la normalidad imperaba en el taller mecánico. Abajo, los cuatro empleados se afanaban en la reparación de los vehículos apostados en la puerta. Arriba, en las oficinas, Ramón recuperaba fuerzas mientras recopilaba toda la documentación para poner la denuncia correspondiente. «No sé qué han hecho con las cámaras de seguridad, pero no funciona nada. Ni el ordenador ni el sistema», comentó.
En su relato de los hechos, Ramón aseguró que «todo ocurrió muy de prisa». «Cuando empezaron a golpearme en la cabeza y a darme golpes y patadas solo acerté a decir que cogieran el dinero, que lo llevaba en la cartera», aseguró. Los asaltantes tuvieron tiempo de coger el dinero y devolverle el monedero al bolsillo del pantalón del que lo habían sustraído. Mientras esto ocurría, y siempre según el relato de la víctima, uno de los atracadores se percató de la presencia de una cámara situada bajo la escalera que accede a las oficinas. «Vamos, que este tío nos busca la ruina. Es lo que escuché que dijo uno de ellos y entonces se marcharon a toda prisa», explicó.
Las pocas palabras que cruzaron los tres individuos durante el atraco hacen pensar a Ramón que se trata de ciudadanos españoles. «No tenían acento extranjero. Son de por aquí».
Antes de emprender la huida, le sustrajeron también el teléfono móvil. Luego lo tiraron a escasos metros del taller. «Pensaba que había perdido ya mi teléfono, pero al llamarme desde el fijo me percaté de que sonaba muy cerca de aquí. Salí a la calle y lo encontré tirado junto a un contenedor de basura».
Este empresario tiene por costumbre pagar cada mes en mano la nómina a sus trabajadores. Siempre el día 30. Ayer, a los empleados se les aguó la fiesta de fin de año al llegar al trabajo y conocer lo sucedido. Afortunadamente, este mes también llevarán el sueldo a casa. «Menos mal que uno tiene, aunque pocos, algún recurso para afrontar esta situación. Imagínese la tristeza de estas familias sin cobrar en plenas fiestas navideñas».
10.000 euros en un bolsillo
En su visita a la nave industrial, los atracadores tuvieron tiempo también para registrar las oficinas y provocar destrozos en el mobiliario y en el equipo informático. No encontraron más dinero, pese a que tuvieron 10.000 euros muy cerca de la mano. Era la cantidad en efectivo que el dueño del taller guardaba en el bolsillo interior del chaleco. Allí no buscaron. «Solo me palparon el chaleco por el otro lado porque el sitio donde portaba el dinero lo cubrí con mi cuerpo cuando me empujaron y me tiraron al suelo». Era la cantidad que Ramón tenía previsto entregar en la mañana de ayer por la compra de un vehículo.
Ramón Torres despide el año con el miedo en el cuerpo y unas cuantas heridas. Asegura que cada vez se sienten más inseguros, aunque ayer se mostraba satisfecho de que sus trabajadores no despedirán el año sin cobrar.
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