Rajoy urge a patronal y sindicatos a pactar la reforma laboral antes de Reyes

Rajoy, que recibió por separado a los tres agentes sociales en su despacho de la sede nacional del PP, mostró su deseo de que las partes sellen un acuerdo que permita cerrar los capítulos más controvertidos de la reforma: el papel de la negociación colectiva, las modalidades de contratación, el absentismo, la reordenación de las empresas de trabajo temporal y la formación profesional. Y puso una fecha: después de la fiesta de Reyes. Una premura que, a juicio de Méndez, puede deberse más a compromisos o exigencias de los socios europeos sin respetar «el principio de libre autodeterminación de España», según recalcó el líder de UGT.

El líder del PP, sin embargo, eludió fijar posiciones sobre los aspectos más espinosos y se limitó a entregar a sus interlocutores un guión general. Pese a que Rajoy prefiere que sindicatos y patronal alcancen un acuerdo de manera autónoma, advirtió de que si ese pacto no se alcanza, tomará el mando y «gobernará», es decir, que aprobará la nueva norma por decreto, entre otras cuestiones porque es un compromiso electoral. Los populares, no obstante, «confían y desean» en que se consume el entendimiento al igual que ocurrió durante el primer mandato de José María Aznar, con Javier Arenas al frente del Ministerio de Trabajo.

Los representantes de UGT, CC OO y CEOE advirtieron de que no se sentían presionados por esta fecha límite, aunque pusieron en duda la consecución del objetivo en ese plazo. De esta observación se desprende que la rúbrica de esta modificación, con el apremio que anhela Rajoy, no será posible. Por lo tanto, dan por hecho que el Gobierno tendrá que adoptar una decisión. «Esperemos que acierten por el bien de los trabajadores y trabajadoras», apostilló Méndez.

«Negro sobre blanco»

Desde el PP matizaron que su jefe de filas, que mantuvo su silencio por octavo día consecutivo después de las elecciones, no dio exactamente un ultimátum a los agentes sociales, sino que quiere que pongan «negro sobre blanco» los puntos en común que han logrado después de «años de negociación».

Las reuniones, según explicaron sus protagonistas, se desarrollaron en un clima de «cordialidad y cercanía» y, al menos de entrada, ninguno puso pegas a la posible consecución del objetivo. El propio Rajoy, mediante un comunicado, dijo estar «muy satisfecho» por el desarrollo de las tres reuniones y la «acogida que han recibido sus propuestas» por parte de los representantes sindicales y empresariales a los que atribuyó «una actitud de responsabilidad y compromiso ante la gravedad de la situación».

Méndez ratificó su opinión de que esta reforma del mercado de trabajo «no es necesaria» porque no resuelve el problema del desempleo y pidió que nadie caiga en la tentación de transmitir la «falsa ilusión de que la enésima reforma laboral supondrá la resolución del problema del paro». «Otra cosa distinta es que la pidan en Europa», abundó el líder sindical. El secretario general de UGT recomendó a Rajoy que explore las posibilidades que el actual marco laboral, aprobado en julio de 2010, ofrece en materia de negociación colectiva y contratación.

Sin contrato único

Fernández Toxo, que desveló que el futuro presidente del Gobierno prepara unos nuevos Presupuestos Generales del Estado para marzo, explicó que Rajoy es consciente de que «no puede existir» un único contrato de trabajo en España «porque se necesita diferentes modalidades de contratación para favorecer la estabilidad del empleo en el ámbito privado. En cuanto a la posibilidad de abaratar el despido, como propone la patronal, el líder de CC OO subrayó que Rajoy «es más inteligente» que aquellos que piensan que «los problemas de la economía española se solucionan abaratando el despido».

Joan Rosell, por su parte, señaló que el capítulo salarial quedará fuera de esta negociación, aunque insistió en defender la necesidad de ligar los salarios a la productividad «no a la subida del IPC».