Vélez se queda sin sonómetro para medir la contaminación acústica

De hecho, los agentes de la Policía Local llevan semanas sin poder realizar mediciones de ruidos a pesar de que con la llegada del verano se multiplican las quejas y los requerimientos vecinales por contaminación acústica tanto en Vélez como Torre del Mar.

El motivo es que el único sonómetro para medir los ruidos del que dispone el Ayuntamiento se encuentra fuera de servicio desde hace ya varios meses debido a que no ha sido calibrado ni ha pasado la inspección que se le exige a este tipo de aparatos para garantizar que las mediciones que realiza son las correctas.

Culpa al tripartito

Aunque el nuevo edil de Policía Local, Antonio Arrieta (PP), ha culpado al anterior gobierno, formado por PSOE, IU y GIPMTM, de no haber sometido al sonómetro a la inspección necesaria en el plazo requerido, dejándolo fuera de uso, la realidad es que transcurrido ya más de un mes de la toma de posesión del nuevo ejecutivo el aparato en cuestión sigue igual que estaba y por tanto continúa sin poder ser utilizado.

La polémica se ha suscitado como consecuencia de la reapertura hace dos semanas de una discoteca en Torre del Mar cuyo equipo de músico fue precintado por el Ayuntamiento en mayo pasado por exceder los niveles permitidos por la legislación en la vivienda situada justo encima del establecimiento.

Según los vecinos, la reapertura de la discoteca ha sido autorizada sin que el Ayuntamiento haya comprobado previamente que las mediciones realizadas por la empresa son correctas y se corresponden con la realidad, entre otras razones porque el sonómetro no puede ser utilizado. Ante esta situación los vecinos no descartan poner el caso en manos de los tribunales de justicia.

Lo más curioso es que ha sido precisamente la carencia de sonómetro lo que ha llevado al Ayuntamiento a levantar el precinto del equipo de música de la discoteca ante el temor de que la empresa pudiera presentar una denuncia contra el Consistorio por no realizar la medición comparativa destinada a comprobar si los niveles se adaptan a la normativa por carecer de sonómetro.

Según Arrieta, el Ayuntamiento ha enviado a Sevilla el medidor para que sea calibrado y así poder atender los requerimientos por ruidos de los vecinos. En el caso particular de la discoteca, el edil no ha descartado la posibilidad de recurrir mientras tanto a una empresa autorizada para que haga las mediciones oportunas en la vivienda afectada si continúan las quejas.

«Aunque en el supuesto de que sean negativos plantearé al alcalde la posibilidad de que el importe sea abonado por los vecinos», ha manifestado el edil, que no ha hecho ninguna referencia a si exigirá también el coste de la medición al titular de la discoteca si se demuestre que exceden los niveles de ruidos permitidos.

Fuentes del Ayuntamiento ha reconocido que durante los meses de verano la mayoría de los requerimientos vecinales a la Policía Local son precisamente por problemas de contaminación acústica, ya sean relacionados con establecimiento, viviendas o en la calle.