68.000 niños viven bajo el umbral de la pobreza en la provincia

El porcentaje de niños en situación económica precaria ha aumentado del 24,1% al 24,5% desde que comenzó la crisis en 2008, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta tasa se traduce en Málaga en 68.000 chicos y chicas que no tienen sus necesidades básicas de alimentación, higiene, educación, salud y ocio bien cubiertas. Y lo más grave: con muchas papeletas para seguir siendo víctimas de la exclusión cuando lleguen a la edad adulta.

Romper el círculo hereditario de la pobreza es precisamente el objetivo del programa CaixaProinfancia, que en los tres años que lleva en marcha en Málaga capital ha llegado a 18.399 niños pertenecientes a 10.188 familias. La obra social de la caja catalana ha invertido ya 17,1 millones de euros para desarrollar esta iniciativa en la ciudad, que sumados a las cantidades gastadas en otras nueve capitales españolas hacen un total de 154 millones. Así lo dieron a conocer ayer sus responsables en Málaga en la presentación de un informe sobre el perfil de las personas atendidas por CaixaProinfancia.

Lo que hace «diferente y valiosa» esta iniciativa, según recalcó ayer la concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Málaga, Mariví Romero, no es solo la cantidad de dinero invertida, sino «su forma de trabajar en red, con asociaciones y con los servicios sociales comunitarios» y su «abordaje integral de la pobreza infantil». Así, son 27 las entidades sociales encargadas de desarrollar CaixaProinfancia en la ciudad, coordinadas por Cáritas, EAPN e Incide.

La ayuda prestada a los menores y a sus familias se concreta en dos ámbitos: la ayuda económica para la adquisición de bienes básicos (alimentación, productos de higiene, material escolar, gafas y audífonos) y la prestación de servicios de atención educativa, psicológica y social. «Uno de nuestros objetivos fundamentales es garantizar la promoción socioeducativa del menor, porque de ella dependerá en buena medida su bienestar futuro», aseguró ayer el director del área de integración social de la Fundación La Caixa, Marc Simón, quien se congratuló de haber conseguido que un 9% de los niños atendidos en Málaga salgan de la situación de pobreza severa.

Perfil de los afectados

Las más de 10.000 familias que han formado parte de este programa contra la exclusión social representan una valiosa muestra para descubrir el perfil de la pobreza infantil en Málaga. Así, se descubre que casi la mitad de los hogares atendidos son monoparentales y que los inmigrantes representan casi un tercio. Las familias numerosas son un 31,7% del total y los ingresos medios mensuales rondan los 624 euros por hogar.

El empleo y la vivienda son los dos grandes ejes de la exclusión. Así, casi el 58% de las familias malagueñas que reciben la ayuda de CaixaproInfancia tienen a todos sus miembros activos (en edad de trabajar) en paro. El porcentaje de afectados por el desempleo de larga duración es del 38%, mientras que el de empleos irregulares es del 45,4%. En cuanto a la vivienda, llama la atención que 22 de cada 100 familias vivan en situación de hacinamiento, con una superficie de menos de 15 metros cuadrados por persona. Respecto a la formación de los progenitores, casi el 60% no pasa de la titulación básica, pero solo el 4,6% son analfabetos.

El estudio constata que la relación entre pobreza y problemas sociales es estrecha. Así, en el 24% de las familias atendidas por La Caixa se han producido episodios de maltrato psicológico y en el 15,7%, físico.