El comedor escolar se convierte en un salvavidas para el ahorro de las familias

Hoy, además de aliviar las agendas de los padres más ajetreados, este servicio constituye un balón de oxígeno para los hogares con una economía más frágil. Los datos facilitados por Educación revelan que en sólo un año, el número de estudiantes que almuerzan gratis gracias a la subvención de la administración (dirigida a las rentas más bajas) se ha cuadruplicado. Si durante el curso 2008/09 eran 4.681 los niños que disfrutaban de una bonificación del 100% en el precio de estos menús, a día de hoy este suculento recorte llega a 18.215 alumnos malagueños.

Desde los colegios recuerdan que este incremento esta íntimamente ligado a un reciente cambio normativo en la concesión de dicha ayuda. «Antes era Asuntos Sociales quien valoraba los expedientes y aplicaba la rebaja a aquellas familias con mayores riesgos de exclusión social. Actualmente, es el órgano de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) el que da la subvención en función de los tramos de renta», explica el secretario del CEIP Virgen de Belén, Antonio Navas.

Trámites

El presente curso ha simplificado pues la tramitación de las ayudas referidas al comedor, cuyo presupuesto asciende a 20,1 millones de euros. La nueva baremación fija siete tramos de descuentos (del 10-18-26-34-42-50 y 100%) de los que se benefician un total de 39.919 escolares. Esto es, de los 53.049 usuarios que registra este servicio en los centros públicos de la provincia el 75% tiene acceso a algún recorte en la tarifa diaria, establecida en 4,5 euros por niño.

Las cifras del ISE ponen de manifiesto que la mitad de los alumnos que se quedan a almorzar en su colegio (en concreto 27.955) abona menos de 2,61 euros por el cubierto al gozar de una rebaja superior al 42%. Al mes, dicho precio representa un desembolso que ronda los 57 euros.

Ante un coste tan atractivo, son muchas las familias con salarios reducidos que ven en el comedor una fórmula para ahorrar en el presupuesto doméstico, como confirman diversos directores de centros consultados por este periódico. «Está claro que al que tenga asignada una ayuda superior al 50% le sale mucho más rentable dejarnos al niño en el centro que llenar la nevera en casa y hacer la comida», destaca Francisco Pérez, del CEIP Jorge Guillén, al tiempo que pone el acento en la calidad de los menús y en los buenos hábitos alimenticios que adquiere el comensal.

Un tercio lo utilizan

Un informe reciente del Instituto Europeo de la Alimentación Mediterránea revela que Málaga está a la cabeza de la comunidad autónoma en usuarios que solicitan el servicio de comedor. Baste un dato: de los 168.273 estudiantes inscritos este curso en centros públicos de Infantil, Primaria y Secundaria, el 31,5% lo utilizan. Y es que la masiva incorporación de la mujer al mercado de trabajo ha hecho que cada vez sean menos las madres que logran ajustar su agenda laboral para poder dar de comer a sus hijos. De este modo, se ha pasado de los 22.000 usuarios contabilizados en el curso 2003/04 a los más de 40.000 comensales registrados en 2006/07, que se han elevado hasta los más de 53.000 actuales.

Para la presidenta de la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado por la Escuela Pública, Pilar Triguero, este avance está motivado por las propias necesidades de las familias. Sobre el aumento de bonificaciones del 100%, celebra que la nueva baremación sea «mas equitativa y justa» y beneficie a quienes menos tienen, «al menos estos niños una vez al día tienen garantizado el recibir una alimentación equilibrada y completa», apunta.

Acto seguido, lanza una crítica referida al hecho de que para dar las ayudas se tenga en cuenta la declaración de la renta de 2007. En la misma línea se expresa Marisol Luque, presidenta de la Asociaciones de padres de Málaga, quien recuerda que este es uno de los flecos que debe limarse a corto plazo para que se tenga en cuenta la situación presente de las familias. En la actualidad, son 321 os centros docentes públicos malagueños que disponen de comedor.