Investigan el paradero de una mujer que lleva nueve días desaparecida

De momento, no se ha podido averiguar con quién había quedado, aunque todo apunta a que se trataba de un hombre. El último contacto del que se tiene constancia es la llamada que realizó sobre las 6.15 horas del martes al teléfono particular de un taxista de Fuengirola al que conocía para que la recogiera junto a la gasolinera próxima al centro comercial Parque Miramar. Cuando llegó el conductor, Alla no se encontraba en el lugar acordado.

Desde entonces, ni rastro de esta mujer de complexión fuerte, 1,70 metros de altura y cabello castaño. Al ver que no había vuelto a casa y que tenía el móvil apagado, sus amigos y su hijo -de 17 años- empezaron a preocuparse. Las llamadas a los hospitales tampoco daban resultado, por lo que una íntima amiga y su hijo se personaron en la comisaría de Fuengirola la tarde del miércoles de la semana pasada para denunciar su desaparición.

Según ha podido saber este periódico, el chófer la telefoneó al ver que no estaba en el punto indicado y ésta le dijo que no se preocupara, que el hombre con el que estaba la llevaría a casa. Miembros de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) del Cuerpo Nacional de Policía ya han tomado declaración al taxista.

Fuentes de la investigación confirmaron a SUR que se está trabajando en su localización sin descartar hasta el momento ninguna hipótesis. Sin embargo, su entorno más cercano sí que desecha la posibilidad de que se haya podido marchar de forma voluntaria, puesto que hace apenas un mes consiguió traer a España a su hijo, un chico de 17 años que ha estado viviendo con su abuela materna en Ucrania desde que ella llegó a Fuengirola hace una década. Mientras tanto, la amiga de Alla se ha hecho cargo del menor, ya que no tiene familia aquí.

Además, esa noche se dejó la documentación en casa, por lo que temen que le haya podido ocurrir algo. En ese momento, vestía pantalones vaqueros y jersey negro con botas del mismo color.