«Escribir bien se está poniendo de moda»

¿Te ha sorprendido el revuelo de estos días por tu tabla periódica ortográfica?

Me ha sorprendido muchísimo, ha sido exagerado. Las cosas que hago para el blog de SinFaltas, las hago intentando que se compartan y que se difundan, pero desde luego no esperaba que tuviera tanto revuelo. Somos una asesoría lingüística, una sastrería lingüística como nos llamamos, y lo primero que nos sorprendió es que fuera tan compartido en páginas de Facebook que tienen muchos seguidores. Y luego ha sorprendido que nos llamaran de todas partes ya que en Twitter al parecer estamos traspasando fronteras, esto ha salido en prensa de Finlandia y Estonia.

¿Cómo y cuándo nace la idea de vuestra sastrería lingüística?

José Manuel Serrano (uno de sus socios) y yo empezamos a hablarlo en abril de 2015, pero no montamos la página web hasta diciembre de 2015 y hasta enero de 2016 no empezamos en serio, con más gente y teniendo reuniones. Con casi un año de vida, aún somos una empresa pequeña.

¿Cuál sería el perfil de vuestro cliente habitual?

Tenemos varios. Uno fundamental es el de creadores de contenido para páginas web, pues tienen un corrector pero necesitan una revisión final. Luego también blogueros particulares, que ellos solos escriben sus artículos y aparte siempre es conveniente que lo revise alguien de fuera. Estamos viendo que hay muchísima gente que se está preocupando por escribir bien, se está poniendo de moda esmerarse en escribir bien. La ortografía esta de moda, la lengua está de moda; antes quedaba con amigos y apenas me consultaban sobre ello, y ahora siempre hay manos levantadas para preguntar en reuniones a las que voy. Yo ahí lo vi claro, dar un servicio cercano a toda esa gente que no sabe usar un editor, o que no sabe lo que es la Fundéu o ni se le ocurre preguntar a la Real Academia Española (RAE).

Por lo que me cuentas, hay más particulares que empresas grandes...

Pues sí. Aunque ahora las empresas se están dando cuenta de que la lengua es imagen, de que influye bastante en su imagen corporativa; una falta de ortografía en las redes sociales es un caos para una empresa, y sobre todo para un periódico. A veces, por su cuenta, nos consultan articulistas de periódicos. Nuestro principal objetivo es esa gran empresa que coja un departamento y utilice todos nuestros servicios: corrección de texto largo, corrección de 'newsletter', corrección de publicaciones en redes sociales, que utilicen nuestro chat cuando están escribiendo correos electrónicos, etc.

¿Te preocupa que no haya tantos filólogos ni lingüistas en próximas generaciones?

A ver, sí que hay filólogos y lingüistas... Otra cosa es que hasta hace poco no estaba bien valorada la figura del lingüista, pues la gente tenía que hacer otras cosas aparte; tenían que especializarse, hacer periodismo por ejemplo para dedicarse a estas cosas. En estos mundos, muchas veces la figura del filólogo está diluida, pero nuestro objetivo es empezar a contratar filólogos. Ya tenemos a Marta Gómez, nieta de Fernando Lázaro Carreter (director de la RAE desde diciembre de 1991 hasta diciembre de 1998), así que ya tenemos ahí a la nieta de una eminencia. Lo que le decimos a los filólogos del futuro es que, ahora mismo, dominar la lengua es tener un poder grande con respecto a otros. Porque si tú llevas de serie el buen uso de la lengua, no tienes que tener a alguien que te corrija la ortografía ni preocuparte de que te persigan en las redes sociales por eso mismo. También les decimos que para ser 'community manager' tienes que tener tres capacidades: saber manejar redes sociales, saber de la empresa en la que estás y, sobre todo, dominar la lengua; de eso, lo más difícil de aprender es el uso de la lengua. Uno de nuestros grandes objetivos es revalorizar la figura del filólogo y que ellos mismos se den cuenta del potencial que tienen.

¿Crees que desde las universidades publicas se está cuidando la ortografía y, en general, la educación sobre lenguaje?

Esto es peliagudo... Pero me da la sensación de que, en los últimos años, no. Desde mi experiencia personal, no. Y a veces los intentos que se hacen son un poco áridos. Hay una asignatura en la Universidad Complutense que es Normativa del español... o algo así, y eso se hace muy pesado o se ve muy lejano; no queremos que nos impongan normas, queremos saber los porqués. Creo que ni en el colegio ni en la universidad se cuida esto. La gente sale sin fijarse y sin utilizar bien la lengua porque se ha leído menos y porque no se les ha explicado bien las normas, se han impuesto. Si tú no entiendes el porqué, es muy difícil que lo sepas aplicar bien en todos los casos, tienes que aprenderte demasiadas normas de forma sistemática. Y eso debería modificarse en la universidad, que la ortografía y la gramática fuesen algo más amable. Es más satisfactorio conocer las reglas de la lengua cuando las entiendes.