El Mutilado le restituirá las piernas al Cristo y será restaurado por Miñarro

El proyecto, que ha sido expuesto en la reunión, lo llevará a cabo el imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro, quien ha realizado uno de los estudios recabados por la cofradía. Se trata de un informe sobre la imagen de este Crucificado de finales del siglo XVII en el que ha detectado que presenta un deficiente estado de conservación, a pesar de las restauraciones a las que fue sometido en los años 1999 y 2012, esta última a raíz de una caída accidental del Cristo antes del vía crucis del Viernes Santo.

El profesor hispalense ha propuesto en el proyecto llevar a cabo en primer lugar una consolidación de la estructura de la talla para proceder posteriormente a su restauración, lo que incluiría la recuperación de su policromía original, y a la reconstrucción y restitución de las piernas. Para ello se apoyará en las fotografías que existen de la imagen antes de los sucesos de 1936, cuando se encontraba en el ático del retablo que existía en la iglesia del Sagrario. No obstante, la información para la reconstrucción de las partes que le faltan al Crucificado la obtendrá fundamentalmente de la propia imagen, siguiendo en todo momento la línea estilística de este Cristo, atribuido a Jerónimo Gómez de Hermosilla.

Con la aprobación de los cofrades del Mutilado, el siguiente paso para poder ejecutar la restauración será contar con la autorización de los técnicos de la Consejería de Cultura, ya que la escultura se encuentra en un templo que está catalogado como bien de interés cultural.

La imagen del Cristo Mutilado salió por última vez en procesión el Jueves Santo de 1976. Su estrecha vinculación al régimen franquista y al ejército motivó que la talla dejase de ser procesionada en Semana Santa dado el nuevo cambio político y social tras la muerte de Franco y el inicio de la Transición. Una decisión que, según explicó la cofradía, se adoptó tras la recomendación del obispo de Málaga de la época, Ramón Buxarráis.

A partir de ahí la cofradía se reorganizó en los años noventa y celebró en 1992 un vía crucis en el interior de la iglesia de los Santos Mártires, donde se encontraba la talla de forma provisional mientras se desarrollaban los trabajos de restauración de la iglesia del Sagrario. Una indicación del entonces administrador apostólico de Málaga, el arzobispo Fernando Sebastián, hoy cardenal, tras la renuncia de Buxarráis como prelado malagueño. Un año después, el vía crucis se hizo por las calles de la feligresía de los Mártires, y en 1994, tras rechazar el obispo de Málaga, Antonio Dorado Soto, la solicitud de la corporación de salir en procesión, suspendió el culto externo.

Una medida que llevó consigo en 1995, al sumar cinco años sin procesionar por las calles de Málaga, la salida de la Agrupación de Cofradías, entidad que aplicó el artículo 18.c de los estatutos agrupacionales. Un hecho que aún hoy perdura, ya que actualmente se celebra cada Viernes Santo un vía crucis con el Crucificado en el interior del primer templo de la ciudad.

De esta manera, con la aprobación de la restauración del Cristo la cofradía da un paso más en su objetivo de volver a formar parte del ente agrupacional y, por tanto, integrarse junto al resto de hermandades que realizan su salida penitencial en Semana Santa. Iniciativa a la que hay que sumar la incorporación de la imagen de una Dolorosa con la advocación de Divina Providencia como cotitular en 2016 y el deseo de acometer una reforma de los estatutos.