Directo | Triunfal procesión de la Virgen del Rocío tras su coronación

"¡Viva la Virgen del Rocío!, ¡Viva La Novia de Málaga!" Estas dos frases se repiten una y otra vez. En esas palabras de admiración están recogidas la fe, la devoción, el amor y el cariño de los malagueños a María Santísima del Rocío. Las emociones y los sentimientos a flor de piel vividos durante el histórico acto de coronación canónica de la Novia de Málaga en la Catedral son la nota característica allá por donde pasa el trono de La Novia de Málaga.

Las ofrendas a la Virgen, en su recorrido de vuelta a su casa hermandad (hay previstas cerca de medio centenar), son como un rosario de cuentas sin fin, con un protagonismo especial a las petaladas lanzadas desde diversos lugares, los cantes y los bailes, los arcos triunfales, las alfombras para indicar el camino por el que debe pasar el trono del Rocío. Hay reposteros, banderolas y gallardetes adornando la vía pública en distintos puntos del recorrido, así como muchos edificios engalanados para la ocasión. Todo se ha preparado con el objetivo de dar mayor lucimiento a una procesión que ha suscitado una inusitada expectación y ha traído a Málaga a personas procedentes de ciudades andaluzas y de otros puntos de España.

El cortejo se ha puesto en marcha a las seis de la tarde desde el interior de la Catedral. Lo integran unas 180 personas, entre devotos y hermanos con cirios blancos, representaciones de las hermandades de gloria y de pasión, autoridades e instituciones relacionadas con la cofradía. En la cabeza de la procesión va la agrupación musical Vera Cruz de Campillos.

Los primeros toques de campana los ha dado el hermano mayor, Juan José Lupiáñez. El Patio de los Naranjos estaba repleto de público esperando la salida de La Novia de Málaga. Una petalada de claveles blancos se ha lanzado desde la balconada de la Puerta de las Cadenas. Asimismo, Manuel Cuevas ha cantado una saeta desde el balcón de la Clínica Gálvez. Detrás del trono va la banda de música de La Paz.

En la calle San Agustín el trono ha estado parado 20 minutos mientras que se sujetaba bien el halo de la Virgen, que se ha vencido hacia adelante.

La Virgen avanza a paso muy lento, portada por los hombres que suelen llevarla en la procesión del Martes Santo. Apenas dan unos pasos cuando deben detenerse para que haya cantes o bailes. Como ha sucedido en la calle San Agustín, esquina a Duque de la Victoria, donde el coro Aire Andaluz ha cantado la malagueña Salve Rocío. Poco después, en la calle Echegaray Luz María ha cantado una saeta y se han lanzado aleluyas. En la confluencia entre las plazas del Siglo y del Carbón ha habido fuegos artificiales.

El ambiente cofrade que se vive en el Centro es parecido al que hay durante los días de Semana Santa. La gente va de una calle a otra para ver una y otra vez a la Novia de Málaga, que luce su halo de oro y plata, su saya y su manto nuevos, entre otros estrenos. El trono lleva un adorno floral de nardos y biznagas.