Ana Pastor, el 'alter ego' de Rajoy

Ese es el grado de complicidad entre Mariano Rajoy y Ana Pastor. La desde hoy presidenta del Congreso es partícipe hasta de las impresiones, sospechas y temores de su jefe, una persona que restringe al máximo el círculo de los secretos y las confidencias. Si alguien en el Gobierno sabe de los planes del presidente, aunque sean los más recónditos, es ella.

A toro pasado, todo el mundo ve lógico que haya sido la elegida para presidir el Congreso en una legislatura complicada como pocas para Rajoy, pero su nombre aparecía en poquísimas quinielas. Se la veía destinada a encomiendas de más enjundia en el previsible próximo Gobierno. Se hablaba incluso de que iba a ser la encargada de la operación limpieza en Interior.

Pero el líder del PP quería un salvavidas en el Parlamento. "Yo con Rajoy, donde me diga, si hay que ir debajo de un puente ahí voy", ha comentado alguna vez palabra más palabra menos. Un comentario corroborado por la realidad. Allí donde iba Rajoy, Pastor tenía un empleo. Llegó al Ministerio de Administraciones Públicas en 1996 y encargó a Pastor lidiar con la Mutualidad General de Funcionarios del Estado (Muface); pasó a Educación tres años después y allí se fue como subsecretaria la doctora en Medicina nacida hace 58 años en la localidad zamorana de Cubillos del Pan, pero más gallega que los grelos; la operación se repitió en las carteras de Presidencia, en 2001, y en el breve paso por Interior, 2002. Con el ascenso de Rajoy ese mismo año a vicepresidente primera, también mejoró en el escalafón y Aznar le nombró ministra de Sanidad.

Con razón dicen en el Consejo de Ministros que Pastor es lo más parecido a Rajoy que hay en el Gobierno.