Javier Imbroda: «El éxito de un equipo u organización es una mezcla de esfuerzo y talento»

‘Desde el colegio a la alta competición’ era el título de su conferencia. Aunque además de sus vivencias personales, Imbroda aportó su visión como deportista y empresario. Nunca ha dejado de formarse, y además de Magisterio, después hizo la licenciatura, el doctorado y algún máster; sin ir más lejos, este mismo verano viajará a Estados Unidos para cursar uno. Centrándose en sus vivencias, afirmó que «el baloncesto es mi gran amor», y de esta manera narró sus años en Maristas, con algunos de los jugadores de aquella época entre el auditorio. «Mi sueño era jugar con el Madrid o el Barcelona, pero de ninguna de las maneras llegar hasta donde llegué», en referencia a la selección española o la medalla de bronce en las Olimpiadas de Barcelona con Lituania. Entre las muchas anécdotas, citó por ejemplo los 600 euros que le pagaron por conseguir la medalla olímpica para Lituania.

El deporte ha sido pues una «escuela de vida» y le ha servido para orientar su actividad profesional, entre las que hay, a su entender, unas relaciones y paralelismos muy fuertes. Señaló que el éxito de un equipo u organización empresarial es una combinación de esfuerzo y talento, pero también de generosidad por parte de todos. Entre los diez elementos esenciales de toda organización, Imbroda citó en primer lugar «la pasión, sin la cual ningún proyecto se puede desarrollar, no se trata solo de cumplir con el trabajo, hay que sentir lo que se está haciendo». También habló de la necesidad de ganarse el respecto y la consideración de los demás, pero a base de «conocimiento y dedicación». Hay que tener una actitud «dentro y fuera de la cancha o la empresa», y puso como ejemplo que el 60% de los jugadores de la NBA están en la miseria cinco años después de dejar la competición. El liderazgo es otro de los aspectos fundamentales, aunque reconoció que «es más fácil obedecer que mandar».Para Imbroda, hay que afrontar los retos sin complejos, «con mentalidad ganadora» y apeló también a la necesidad de «unir sentimientos» para fortalecer al grupo, ya sea deportivo o profesional. Para Imbroda, el éxito de los equipos no está solo en las cualidades técnicas, sino que está en las cualidades personales. «La clave del éxito –afirmó– son las personas».