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Pérez desgranó sus proyectos para gobernar la ciudad. Migue Fernández
Daniel Pérez, en el papel de candidato

Daniel Pérez, en el papel de candidato

Debate del Estado de la Ciudad ·

Plantea la unión peatonal del puerto con la calle Larios y que Málaga sea una ciudad libre de plusvalía por herencia

Lunes, 18 de junio 2018

El portavoz socialista, Daniel Pérez, aprovechó ayer la jornada del debate del estado de la ciudad, que él mismo forzó vía normativa para hacer su presentación institucional como candidato a la Alcaldía, acogiéndose a esa forma de hacer buenista de su partido en la oposición al Gobierno, modo zapaterista-sanchista cuando les tocaba, afrontando un debate de estado (de ciudad).

Pérez hizo un discurso en ocasiones duro, pero comedido en las formas, con el objetivo de atraerse todo ese espectro electoral que le queda más allá de su centro, y su primera parte, casi íntegra, le sirvió para postularse como candidato y mostrar su programa de gobierno. Antes le arreó algo de estopa al alcalde, del que dijo que su proyecto es el de la melancolía, y afirmó que el suyo propio se sitúa en el cambio, «el impulso que enamore a los malagueños».

Su proyecto más ambicioso lo dejó claro casi al principio, «la gran operación de escala que necesita la ciudad, la haremos soterrando el paseo de los Curas y Manuel Agustín Heredia (el muelle) así como el tramo en la zona de la Alameda y el Paseo del Parque» y haciendo peatonal el tránsito rodado desde la entrada del puerto hasta las calles Larios y Molina Larios. El alcalde le replicaba que esta propuesta era suya, y que no pudo llevarla a cabo porque no obtuvo el apoyo de la Junta con el intercambiador en La Marina soterrado.

El debate de Pérez

  • Lo mejor: Programa. El portavoz, que 'vendió' todo un programa de gobierno como alcalde, ha mejorado en oratoria y estuvo atento al toma y daca con De la Torre, que prácticamente sólo le contestaba a él.

  • Lo peor: A golpe de guión. Aunque hizo uso de la réplica directa al alcalde, hubo momentos en los que retomaba el guión de su discurso. Entonces, el regidor le espetaba, guasón, que no se apartaba de sus papeles.

Se vanaglorió Pérez, con orgullo, de que Mari y Yolanda ganaran la batalla de las plusvalías a «este Ayuntamiento insolidario», y prometió que bajo su mandato Málaga será una ciudad libre de plusvalías por herencia. Más tarde, le contestaría el alcalde que eso no lo hacen alcaldes de su partido en grandes ciudades.

El portavoz socialista le dice en tono irónico al alcalde que le tiene aprecio y que le dedicará «una avenida digna» cuando deje de ser regidor

Desgranando su programa, hizo valer su apuesta por el PTA como city tecnológica, «la Cupertino de Europa, haciendo una polis de verdad, parque, city, tecnópolis»; el soterramiento de las vías del tren a su paso por la Carretera de Cádiz; o que el aeropuerto de Málaga se convierta en un hub internacional. El tono era de mitin electoral, hasta que llegó a su mantra de la Málaga inacabada. «¿Quieren 1.500 pisos más en Repsol, con sus 3.000 vehículos circulando por la zona o prefiere un Central Park como el de Nueva York? Y de ahí a «invertir en los barrios es querer que Málaga crezca más allá del Centro».

Estuvo incisivo con De la Torre al decirle que el (fallecido)alcalde Pedro Aparicio merecía una calle digna, no una olvidada en el PTA , pero toreó con gracia al apuntarle que en lo personal le apreciaba, y que se encargaría de ponerle una avenida digna cuando dejase de ser regidor.

En su segunda intervención, Pérez estuvo mucho más incisivo con De la Torre y empezaba fuerte diciéndole que sus cartas no estaban marcadas como las del PP por la corrupción, que han echado a un presidente del Gobierno». De Limasa, al que le dio la bienvenida al alcalde por sumarse a la municipalización, subrayó que éste había hecho valer lo que ellos habían defendido, al tiempo que le apuntó que le había dado un zasca a su socio, Ciudadanos, «lo que se planteaba de un modelo híbrido era una estupidez». Ahí hilvanó varios pildorazos, como que no cumple con sus socios de gobierno, ni con sus compañeros de bancada, con Bendodo, «que le tiene que desmentir después que la Diputación no permutará el suelo para el hospital por el convento de la Trinidad; «usted ya no es futuro en esta ciudad» o «le pido que no enrede en lo que le queda de legislatura», para cerrar su intervención diciendo que la D de la gestión de De la Torre era desidia,desigualdad y despilfarro.

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