Chupete, la nueva estrella del Málaga para dejar casi lista la permanencia (2-1)

Chupete. Sin duda, es la nueva estrella del Málaga, el jugador más en forma y decisivo en los últimos encuentros. Sus goles han sido claves para que el cuadro blanquiazul pudiera encadenar tres triunfos seguidos en La Rosaleda, que son los que lo llevan a los 52 puntos actuales, una cifra que lo deja ya con una gran ventaja sobre el descenso (sólo hay una opción remota de un triple empate, pero este mismo domingo puede quedar todo resuelto).

El Málaga, de esta manera, hace los deberes y se apunta a una nueva temporada en Segunda, en la que se espera que el sufrimiento sea ya menor. De hecho, la remontada y el triunfo contra el Sporting fue muy complicado, pues fue necesario que Chupete saliera al rescate con un doblete histórico para el futbolista, que apunta más alto en cada encuentro. La Rosaleda disfrutó sobre todo al final del choque, saludando a los jugadores, que se pasearon por todo el estadio tras el triunfo.

Pellicer lo tenía muy claro: pretendía mantener el sistema de juego de los últimos partidos y, en la medida de lo posible, a todos los jugadores de estos encuentros. Tuvo que hacer dos cambios, el del 'tocado' Dani Sánchez y el sancionado Galilea. El resto, los mismos, sin variaciones, con tres centrales y un 'carrilero' muy especial, Antoñito, que sigue cada semana en esa plaza en la que cumple a buen nivel. Y el cuadro blanquiazul comenzó a su nivel habitual, intentando imponerse desde el primer instante. Quería mandar en casa.

Con decisión y seguridad buscaba dominar el partido y poner cerco a la meta del exmalaguista Rubén Yáñez. Llegaron las primeras opciones para los locales, aunque también con una aproximación de cierto peligro visitante. Pero la primera ocasión clara fue para Chupete al cuarto de hora, pero su golpeo desde dentro del área fue demasiado suave y no consiguió su objetivo. Hasta ese momento el control del partido era del Málaga, con más intensidad y ambición que el conjunto asturiano.

Luego llegó el equilibrio. El Sporting despertó un poco y el Málaga ya no podía ejercer ese dominio inicial. Aparecieron las alternativas y algunos errores o imprecisiones provocadas por el mayor ritmo y, sobre todo, los marcajes. Nelson salvó una oportunidad del rival y Lobete disparó después a puerta, pero sin acierto. Eran momentos de duda en una Rosaleda que no paraba de animar. Parecía que todo iba a quedar para la segunda parte, en la que tendría que solucionarse este envite, si bien instantes antes llegó un nuevo paradón del salvador Alfonso Herrero a disparo de Gelabert y una doble ocasión blanquiazul, una de Antoñito y otra de Nelson.

Y en la reanudación el Málaga salió lanzado, poniendo cerco de inmediato a la meta de Yáñez. Se pudo adelantar de inmediato, pero el remate de cabeza de Larrubia se estrelló en el larguero tras tocar mínimamente el portero. Y llevó más peligro. Era el momento para que los blanquiazules se adelantaran, pero no pudieron aprovechar este gran empuje para ponerse en ventaja. La capacidad de sorpresa comenzó a desaparecer, si bien los hombres de Pellicer insistían una y otra vez sin gran éxito. Hasta que finalmente apareció de nuevo una cierta estabilidad pasados diez minutos.

El equilibrio, sin embargo, se estaba tornando en un mayor control del Sporting, que tendría su peor noticia para los locales muy pronto, en un centro que remató de cabeza a la perfección Otero para abrir el marcador. El atacante le ganó la partida a la defensa para conseguir un tanto que supuso un duro golpe. Aunque lo asimiló muy rápido y respondió ocho minutos para conseguir uno de los mejores tantos de la temporada: gran jugada de un inspirado Larrubia, que centró para que Chupete marcara de espuela, igualando el partido y enloqueciendo a La Rosaleda. Todo cambió en Martiricos.

El Málaga intentó aprovechar la ola positiva, pero no fue posible y el partido se abrió cada vez hasta que nuevamente Chupete, la estrella del partido, recogió el balón tras pase de Víctor García y superó al portero para remontar el partido. Espectacular tanto del joven filial, que fue ovacionado largamente, con cánticos incluidos, tras el impresionante tanto. Un doblete para el ariete que sabía ya a salvación, aunque habría que esperar un poco más. Impresionante de nuevo.