Una madre denuncia la falta de un monitor en el instituto para su hijo discapacitado

Desde el inicio del curso que ahora está a punto de acabar reclama el servicio para su hijo. «Se cae, necesita la ayuda de los compañeros para ir al baño, para el recreo, para salir de clase... puede andar pero le cuesta, por ejemplo, subir y bajar escaleras, subirse los pantalones , ya que las manos las tiene casi cerradas... por la calle no puede ir solo», manifestó. La tía de Jacinto añadió: «El niño ahora está nervioso, pegón... antes llegaba del colegio contento y te contaba lo que había aprendido», relató y su madre continuó: «Se aburre en el instituto, esta solo, no quiere ir», lamentó. Igualmente, subrayó que este año ha perdido la plaza en un comedor escolar al no contar con monitor.

Pineda también manifestó que algunos padres de compañeros de su hijo le han manifestado su malestar: «Nos han dicho que sus hijos están el colegio para estudiar, no para ser monitor de Jacinto», dijo. «Siento impotencia, estoy en un sinvivir todos los días, a ver si le ha pasado algo... saben que a Jacinto le hace falta», insistió.

Cuando el adolescente terminó su estancia en el colegio, profesionales que en éste lo atendían acudieron al IES 'Andrés Pérez Serrano' y solicitaron que continuase con el monitor. «Nos dijeron que lo habían solicitado», aseguró la madre del joven que en septiembre se llevó la sorpresa de que, al parecer, no había sido así. «Esperamos, esperamos... y nada», comentó. Entonces decidieron remitir escritos a la delegación territorial de Educación mostrando su malestar.

Para el próximo curso

Posteriormente, iniciaron una campaña de recogida de firmas en el municipio, ubicado en el Valle del Guadiaro y con alrededor de 3.300 habitantes. Lograron más de mil apoyos. «Todo el mundo conoce a Jacinto y su situación, el pueblo se ha volcado», dijo su madre. El instituto remitió también un comunicado a la delegación.

La madre de Jacinto explicó que desde el colegio se hizo un informe sobre su situación en el que se deja patente la dependencia de éste y se justifica la necesidad de contar con el citado profesional y que posteriormente, por parte del orientador del instituto, se hizo otro, «sin pasarle ninguna prueba», en el que se dice que «el niño no necesita monitor, que es autónomo, que sube y baja escaleras y realiza todas las acciones propias de su ámbito escolar, que puede permanecer sin supervisión alguna», un informe que los padres de Jacinto han rebatido con otro escrito de una psicóloga en el que manifiestan su desacuerdo: «Tiene una limitación funcional en ambas piernas con una alteración en su alineación con lo que puede desplazarse pero la torpeza de su desplazamiento es evidente, está empezando a presentar conductas como romper el material de sus compañeros, golpearles, inventar enfermedades...». «Cuando se hizo el informe del colegio tenía una discapacidad del 67% y ahora la tiene del 97%...», afirmó y terminó, asegurando que está desesperada: «Yo lo que quiero ya es que mi hijo cuente con su monitor el curso que viene y que no tenga el mismo problema y pueda avanzar», subrayó su madre.

Por último, sobre el caso de Jacinto, desde la delegación territorial de Educación confirmaron que «se ha solicitado a la dirección general correspondiente la dotación de un monitor para este centro educativo el próximo curso».