Pasión Vega: «Hemos conquistado la libertad pero hemos perdido el coraje que tenía Carlos Cano»
«Todos los cantantes hemos pasado alguna vez por una situación como la de Pastora», dice la artista, que el 15 de diciembre publica ‘Pasión por Cano’
Regina Sotorrío
Viernes, 5 de diciembre 2014, 02:25
Atiende al teléfono a punto de subirse a un avión. Vuelven los viajes, las entrevistas, los ensayos... Con una pequeña de pocos meses en casa, ... estos días se le complica la vida. «¡Pero bendita complicación!», exclama Pasión Vega. La artista malagueña regresa el 15 de diciembre a las tiendas y los escenarios con un nuevo disco, tres años después de Sin compasión. Le trae de vuelta Carlos Cano, al que rinde homenaje en el decimoquinto aniversario de su fallecimiento con una selección de aquellas canciones que le «traspasan» y emocionan. En Pasión por Cano, con la producción de Fernando Velázquez (BSO de El orfanato, Lo imposible, Ocho apellidos vascos), recuerda al renovador de la copla pero también al hombre comprometido con su tierra. Tras presentar el disco en Madrid (15 de diciembre) y Barcelona (29 de diciembre), la artista saldrá de gira a partir de mayo. Y Málaga, «por supuesto», estará entre sus paradas.
¿Por qué un homenaje a Carlos Cano ahora?
Tenía muchísimas ganas de hacer un disco con su música. En 2015 se cumplen los quince años desde que nos dejó, es un momento especial para recordar su música y su figura, cómo era como poeta y como hombre de su tiempo. Él me ha acompañado siempre, ha sido un referente. Te podría estar dando mil motivos...
Entre otros, que fue un renovador de la copla.
Efectivamente renovó la música popular y la copla. Hizo algo tan difícil que después de él nadie más lo ha hecho:juntar toda la tradición y conseguir unos sonidos nuevos. Su compromiso social también le hacía interesante, esa defensa de la Andalucía que nos gustaría a todos que fuese, esa honestidad que tenía en sus mensajes y esa coherencia con su vida. Hoy eso es un oasis en un desierto.
Y no nos viene mal recordar ejemplos de honestidad estos días.
A él le tocó luchar en una época muy difícil, en la Transición, en la que coger una guitarra y cantarle a la libertad era muy complicado. Hoy es más sencillo, se puede, pero en esa libertad que hemos conquistado hemos perdido el coraje de la lucha que tenía Carlos. Hoy hay que cambiar muchas cosas y con la música se puede.
¿No es idealista pensar que la música puede cambiar algo?
Yo creo que a través de la música, de una película, de un buen libro... a través, en definitiva, de la cultura la mente se abre y eso te permite tener una visión más amplia de la vida y de la realidad. No en un día, pero sí que puede cambiar las conciencias.
¿Se piensa todo más a la hora de sacar un disco hoy?
Hacía tres años que no grababa, pero ha sido un disco muy de corazonada. Yo estaba preparando mi disco de canciones inéditas con Fernando Velázquez, que ha sido también productor de este disco, y de repente se nos cruzó esta idea en el camino. Los dos éramos muy fan de Carlos Cano y nos decidimos a hacer este trabajo ya. Lo hemos hecho de una manera muy fluida, con mucha frescura y con mucha rapidez.
Se expone a que le comparen con Carlos Cano. ¿Eso asusta?
Creo que eso no va a pasar. La gente me tiene muy asociada al mundo de Carlos Cano. Van a sentir que está hecho con mucho cariño y respeto. Esa es mi intención.
¿Cómo ha sido esa colaboración con María Dolores Pradera?
¡Imagínate! Fue una tarde inolvidable la que vino a grabar conmigo Aires de cuna. Es una mujer a la que quiero, admiro y seguiré admirando siempre porque tiene una voz de cristal, maravillosa. Es un mito en vida y me emocioné mucho cantando con ella. ¡Con 90 años sigue teniendo una garganta privilegiada!
Solo incluye un tema inédito y es toda una reivindicación de los orígenes: Soy del sur.
Es quizás la canción más comprometida del disco por la letra. Es una visión de la Andalucía en la que creció Carlos, en la que se forjó como artista, y es una crítica a esa parte de la Andalucía de hoy que los andaluces no queremos. Hay una crítica importante, pero constructiva, esperando que los andaluces despertemos y mejoremos lo que tenemos. Porque somos un pueblo rico y un pueblo sabio, y tenemos que sacarlo adelante.
¿Es su disco más reivindicativo?
Es un disco muy romántico, las canciones son muy de sentimientos;pero recordar a Carlos implica meterse un poco en su piel. Y dentro de su figura entra esta parte luchadora y reivindicativa.
Con la maternidad se quería tomar la vida con más calma. ¿Lo ha conseguido?
El tener un hijo te da una visión más práctica de la vida, te cambia por dentro. Lo que pasa es que ahora son unos días complicados... y además me los complico porque me gustan estas complicaciones. Me encanta mi profesión, sentir la ilusión de un nuevo proyecto y ver cómo lo capta el público. Evidentemente lo que es subir y bajar con una maleta, los nervios, las entrevistas, los estrenos... te complica la vida. ¡Pero bendita complicación!Así soy feliz, es la vida que elegí.
Pastora Soler se retira un tiempo por miedo escénico. Para subirse a un escenario hay que echarle valor, ¿no?
Es verdad. Cuando ya nos hacemos profesionales de esto, parece que es algo que sale con total naturalidad...y es algo mucho más complicado. Todos los artistas tenemos corazón y mente que a veces te juegan malas pasadas. Yo creo que lo que necesita es un descanso, como lo necesitamos todos en algún momento de nuestra vida, y pronto volverá con la misma fuerza y con esa voz tan prodigiosa que tiene. Además, es más buena que el pan, como le digo siempre.
Perder la confianza en uno mismo debe ser duro para quien se expone en un escenario...
Todos los cantantes hemos pasado alguna vez por algo parecido, porque en un escenario estamos desnudos. Hay momentos en tu vida que de repente repercuten en tu voz. Yo he estado un tiempo que no he podido cantar como habitualmente canto, y entras en una rueda de miedo e inseguridades. Hay una canción que canto desde el principio de mi carrera, que es Malagueña salerosa, y hubo una vez que fallé en la nota aguda. Me salió fatal, entré al camerino llorando y estuve un año que cada vez que llegaba a esa nota no podía hacerla, le cogí pánico. A todos nos pasa.
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