Torremolinos cambia de interventora a la espera de un habilitado nacional

::El Ayuntamiento de Torremolinos cuenta con una nueva interventora municipal, aunque con la misma condición accidental de sus antecesores. La ley dicta que esta figura, responsable de fiscalizar la gestión del equipo de gobierno, ha de ser ocupada por un funcionario con habilitación estatal, pero en la localidad costera, con uno de los escenarios políticos más complejos de la provincia estos últimos años, el interventor es accidental desde hace más de dos décadas, salvo breves excepciones. El Ejecutivo presidido por el socialista José Ortiz puso en marcha a comienzos de legislatura los mecanismos necesarios para publicitar la plaza y espera que en los próximos meses, coincidiendo con el inicio de la ansiada auditoría externa, llegue un interventor permanente.

Fuentes municipales aseguran que el alcalde ha llevado a cabo algunos movimientos durante estos últimos meses para que la plaza no quede desierta, pero la delicada situación política de Torremolinos y el sueldo establecido, bajo en comparación con lo que ganan los interventores municipales de localidades vecinas pese a que Ortiz ordenó su aumento, complican el proceso. Entre las labores de la intervención está el control interno de la gestión económica, financiera y presupuestaria del equipo de gobierno. La accidentalidad de esta figura está prevista para casos concretos, pero en la localidad costera se ha convertido en una práctica continuada desde antes incluso de la llegada de Fernández Montes a la Alcaldía, cuando gobernaba Miguel Escalona (PSOE).

La teórica accidentalidad del interventor es, por tanto, permanente en la práctica desde hace lustros, en contra de lo que marca la ley reguladora de las bases del régimen local, que comprende esta posibilidad cuando se trata de una situación provisional, ya que la accidentalidad no garantiza la independencia con que deben actuar estos funcionarios, responsables de velar por que todos los actos administrativos que emanan del Gobierno municipal se ajusten a la legalidad.

Figura 'molesta'

Su figura suele ser 'molesta' para los gestores públicos, ya que analizan los pormenores de los presupuestos generales, ponen las objeciones que consideran necesarias para que las medidas propuestas por la corporación se ciñan a la ley e incluso destapan casos de presunta corrupción, como ocurrió en Benalmádena, donde el área de Intervención emitió un informe demoledor sobre las cuentas del comedor social, con un supuesto desfase económico superior a los 250.000 euros en subvenciones sin justificar debidamente.

Pero no solo la intervención es cubierta de manera accidental. También la secretaria general del Ayuntamiento es provisional desde hace años, a pesar de que esta responsabilidad debe ser desempeñada por un habilitado nacional.