Antonio Maíllo: «En Andalucía es un acto de normalidad que yo diga abiertamente que soy gay»
Serán los primeros comicios para un profesor, candidato de Izquierda Unidad a la Junta de Andalucía, que asegura que la crisis no puede ser una «excusa» para el retroceso en derechos
Iván Gelibter
Lunes, 16 de febrero 2015, 01:06
Antonio Maíllo afirma que va «a por todas», y que los pactos los decidirán los militantes y simpatizantes de su partido
¿Cuáles son sus ... expectativas de cara a las elecciones del 22 de marzo?
Tenemos hambre de urnas. Tenemos ganas de que llegue el 22 de marzo porque tenemos unas expectativas crecientes. Estamos en un espacio formidable en el campo de la izquierda para un llamamiento a votarnos, porque somos la única fuerza que se define de izquierdas con posibilidades. Se ha demostrado con la excusa de la ruptura del pacto con el PSOE y la ambigüedad ideológica de otras opciones que hace falta en momentos convulsos solidez, definición y proyecto ejecutable, tal como tiene Izquierda Unida.
¿No cree que estos tres años en los que han estado en el Gobierno puede pesarles a usted y a su partido?
Mire, con 12 diputados de 109 hicimos lo que dijimos que íbamos a hacer. Estamos muy orgullosos de que el Partido Popular no haya metido sus garras en el futuro de Andalucía, como en Castilla la Mancha o Madrid, donde se privatiza hasta el aire. Hemos hecho una modificación de lo que habían hecho gobiernos anteriores. Cuando IU entró en el Gobierno, la corrupción salió por la ventana, porque ha habido tolerancia cero. Pero si se observa, han existido dos claves que han mostrado el compromiso del PSOE con la voluntad que en el fondo tenían. Decimos que hay acelerar las medidas económicas que transformen la sociedad andaluza -como la renta básica o la banca pública- y los socialistas enseñaron la patita y a la hora de la verdad no seguido adelante. Y en cuanto a la cuestión de afrontar responsabilidades políticas respecto a todos los casos de corrupción en Andalucía, la respuesta del PSOE fue blindarse en la cámara de cuentas con el PP repartiéndose los cargos que había que renovar en el siguiente parlamento.
Pero, ¿cree que su partido ha hecho todo lo que podía para sacar a la luz esta corrupción que asegura había en anteriores gobiernos?
Que no haya habido ningún caso de corrupción en estos años no es poco. Veníamos de gobiernos con integrantes que han formado parte de los mayores escándalos de la historia en Andalucía. También hemos obligado desde el Gobierno a abrir expedientes que habían sido dado por buenos, y que en este momento acumulan 20 millones de euros de petición de devolución en el caso de los cursos de formación.
En un escenario futuro en el que es poco probable que haya mayorías absolutas, ¿qué escenario se plantea para el día siguiente a los comicios?
Nosotros vamos a por todas, y eso significa hablar a la sociedad andaluza como futuro presidente de la Junta. Hay quien podrá ser escéptico, pero creo que es importante hablar de manera clara sobre el futuro. Hemos estado en un Gobierno que no miente, ahora queremos que nos den más fuerza para seguir estando en el Gobierno pero de manera más determinante. Con el 12 por ciento no podemos conseguir las mismas cosas que con el 35.
Pero, ¿con quién se plantea un pacto?
Cualquier debate sobre este asunto se tendrá desde las bases de nuestro partido, con la militancia, los simpatizantes y con las organizaciones sociales que nos acompañan. Es evidente que habrá un parlamento en que se va a tener que obligar a dialogar. El PSOE dice que quiere un Gobierno fuerte, pero eso ya sabe usted lo que era. Gobiernos en los que estaba gente como Javier Guerrero o Viera, de mayorías absolutas. Y eso no es lo que quiere Andalucía. Son gobiernos tóxicos. Nosotros queremos influir, y en una eventual fragmentación del parlamento las relaciones serán multilaterales.
¿Descarta usted un pacto de gobierno como el de estos últimos tres años?
Mire, lo que demuestra a día de hoy Susana Díaz es que tiene muy poca credibilidad. Y créame que en un debate de referéndum con la militancia ante esta posibilidad, ésta no va a estar a favor de conceder crédito a quien no lo merece.
¿Ha hecho recortes la Junta de Andalucía estos años?
Bueno, es que el PP en Madrid ha mandado menos dinero. Lo que no ha habido ha sido recortes adicionales, es importante marcar esa diferencia.
Hay indicadores que dicen que está aumentando negativamente los problemas derivados del machismo e incluso de la homofobia. ¿La crisis económica ha hecho que la sociedad se descuide en estos aspectos?
Nosotros siempre hemos defendido que la crisis no puede ser excusa para el retroceso en los derechos sociales y en las políticas de igualdad. Y aún así, vemos como sí que ha habido un retroceso invisible. Mire, se están produciendo, como usted decía, fenómenos preocupantes con el tema de la homofobia. Yo siempre he peleado por la diversidad sexual, especialmente en los centros educativos.
Al ser profesor, sabrá muy bien cómo esta la situación...
Exactamente. Por mi condición de profesor, pero también porque soy gay, he dado mucha prioridad a la gestión de la diversidad sexual, pero no puede ser devenido por una mayor sensibilidad del profesor que te toque, sino que hay que homogenizar las políticas. Hablando en clave más personal: mi sueño es que en los institutos vayan cogidos de la mano y se besen con frescura niños con niños, niños con niñas y niñas con niñas. Cuando llegue ese momento estaremos hablando de igualdad en lo cotidiano.
¿Es esto un tema tabú? Es el primer candidato gay a la Junta de Andalucía...
Bueno, que se sepa (risas). En serio, en Andalucía es un acto de normalidad que yo diga abiertamente que soy gay. La gente aquí tiene asumido en su inmensa mayoría este asunto, y mi organización no ha entrado para nada en ese debate. Esa es la mejor normalización, pero es cierto que hay fenómenos preocupantes en la edad de conformación de personalidades, por eso hay que estar atentos. Pero esto es una de las suertes de vivir en esta tierra, eso no es así en otros sitios. Tenga en cuenta que en muchos países a mí me hubieran colgado. En lo implícito de este hecho también está lo extraordinario de una sociedad que es tolerante de manera mayoritaria.
¿Por qué Izquierda Unida quiere ir a las elecciones municipales en Málaga como partido y no como agrupación de electores?
Nosotros hacemos lo posible por sumar fuerzas con organizaciones sociales para hacernos con el gobierno en la ciudad. Presentarse como agrupación de electores es quitarle importancia a gobernar una Diputación. Nosotros no vamos a hacer el tonto histórico de darle ese espacio gratuitamente al PSOE o al Partido Popular.
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