Problemas en los destinos

Frente a las ventajas, «de menos costes para un acceso al mercado más directo», Mouze señala los inconvenientes, que dependen de cada tipo de país y se refieren a las barreras arancelarias, en los destinos que no pertenecen a la UE, por lo que su compañía ofrece también asesoramiento sobre las reglamentaciones locales. Así, cita las diferencias entre dos de los países prioritarios en el momento: Turquía impone restricciones al textil para proteger su industria, que es muy fuerte, mientras en Corea el 50% de sus compras por Internet son de particulares. En cuanto a América Latina, destino del 14% de las exportaciones andaluzas, se dan situaciones muy diferentes entre los dos mayores mercados: Brasil, muy proteccionista, impone gravámenes que puede multiplicar por dos el precio del producto o muchas trabas administrativas en otros casos para proteger sectores de la economía local. Argentina es un mercado opaco y mal organizado, con un gran riesgo país.

Muchas de las consultas recibidas en la feria IMEX procedían de cooperativas y comercializadoras de aceite de oliva, que «buscan distribuidores finales y abren hueco para vender a cualquier punto de Europa, donde el marco legal ayuda», indica. Pero «para salir de Europa el sector alimentario tiene que tener en cuenta la ley local, aunque cumpla todas las normas sanitarias españolas».