Una plaga de mariquitas invade el litoral de Málaga

hasta donde han llegado arrastrados por el viento que azota la costa.

Con sus vivos colores rojos y manchas blancas o negras, estos insectos pequeños (de 5 a 8 milimetros), son útiles para la reproducción de las plantas y la alimentación de las aves y reptiles, e inofensivos para los humanos.

En todo caso, conviene advertir a los motoristas de que estos días tengan especial precaución al paso por zonas costeras y usen las viseras de los cascos, por el riesgo de que los insectos puedan golpear en los ojos. La delegada de Agricultura y Pesca de la Junta en Málaga, Mónica Bermúdez, reconoce la proliferación de insectos pero considera que no es distinta a la de otros años y pide que no se le denomine plaga, puesto que no son nocivos. Al contrario, los considera muy útiles, puesto que se concentran en lugares donde hay plantas invadidas de pulgones, que es de lo que se alimentan, por lo que "hacen labor depredadora positiva". A su juicio, la concentración en determinadas zonas se ha podido deber al efecto del viento y a la subida brusca de la temperatura, que ha acelerado su reproducción. "No es alarmante, en todo caso molesto para gente que tenga miedo a los insectos, pero hay que pensar que son animales beneficiosos". Según explica la delegada, en la provincia hay unas 50 variedades distintas. La tradición rural dicta que son animales buenos, que atacan a las plagas del campo.