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'Anatomía del corazón' de Enrique Simonet, una de las obras más populares del Museo de Málaga, se exhibirá hasta el 31 de marzo en el Palacio Episcopal. :: SALVADOR SALAS
El Museo de Málaga resucita en el Episcopal
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El Museo de Málaga resucita en el Episcopal

'Anatomía del corazón', de Simonet, es la primera de las cinco piezas de la institución provincial que se exhibirán este año en la plaza del Obispo. Un ciclo saca a la luz varias obras emblemáticas de los fondos de la Aduana, almacenados desde 1996

ANTONIO JAVIER LÓPEZ ajlopez@diariosur.es

Martes, 26 de enero 2010, 10:33

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Late un corazón en la planta baja del Palacio Episcopal. Sístole y diástole televisada. Un monitor en la pared. Imágenes en blanco y negro, quizá para evitar la repulsión de la sangre. El metrónomo de los latidos marca el compás de la vida recobrada. No sólo en la plaza del Obispo, también al otro lado de la Catedral. Porque ese órgano batiente representa mucho más que la antesala para ver 'Anatomía del corazón' (1890) de Enrique Simonet. Ese pálpito resucita dos de los espacios culturales más añorados por la ciudad.

El Museo de Málaga y el Palacio Episcopal unieron sus historias en las navidades de 2008. Entonces, los fondos del primero partieron hacia el segundo. Las colecciones de Arqueología y Bellas Artes llevaban almacenadas desde 1996 en la Aduana, cuya rehabilitación para albergar el museo provincial motivó la mudanza de las obras hasta el palacio diocesano. De allí salieron la semana pasada. Sin embargo, el Episcopal y el Museo de Málaga no han soltado sus lazos. Más bien todo lo contrario.

Tanto es así, que el inmueble de la plaza del Obispo se va a convertir este año en una suerte de anexo del museo provincial para exhibir algunas de las obras más representativas de su extenso catálogo (más de 2.000 títulos en la sección de Bellas Artes y en torno a 15.000 referencias arqueológicas).

Inicio con carga simbólica

La primera en regresar al calor de los focos guarda además una notable carga simbólica. 'Anatomía del corazón' (también conocida como '¡Y tenía corazón!') salió de los pinceles de Enrique Simonet durante su estancia como becado por el Estado en Roma. Por ese motivo, el cuadro pasó a los fondos del Museo de Arte Moderno, que luego se convertiría en el Museo del Prado. Sin embargo, un grupo de notables malagueños consiguió hace un siglo que la institución estatal depositara un conjunto de piezas en el Museo de Málaga, entre ellas el cuadro de Simonet.

La breve reseña histórica viene a cuento porque, cuando la ciudad pedía hace diez años el uso museístico de la Aduana, el Gobierno central de entonces amagó con reclamar ese legado. Por eso, la exhibición ahora de 'Anatomía del corazón' pretende ser «un homenaje a los ciudadanos que pidieron en la calle el Museo de Málaga», en palabras de la consejera de Cultura, Rosa Torres.

La consejera acudió ayer al Palacio Episcopal para presentar el ciclo 'Museo de Málaga. Esencias' que inaugura el lienzo de Simonet. Torres anunció que a lo largo de 2010 pasarán por el Episcopal otras cuatro obras del museo provincial, si bien la consejera prefirió no detallar qué títulos tomarán el relevo a '¡Y tenía corazón!', que permanecerá expuesta hasta el 31 de marzo.

Para la directora del Museo de Málaga, María Morente, las exposiciones temporales planteadas en el Palacio Episcopal representarán además una buena oportunidad para comprobar «la reacción del público» ante una colección que lleva almacenada desde hace más de una década.

Además, Morente recordó que el Museo de Málaga «va cumpliendo etapas» con el traslado de sus fondos a dos naves en el Parque Tecnológico de Andalucía y con el ciclo 'Esencias': «Todos los museos necesitan exposiciones temporales porque ofrecen un juego más ágil. Basta un cambio de sitio para que la obra ofrezca nuevas lecturas». Mensajes, latidos que recuerdan que el Museo de Málaga sigue vivo.

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