El Foso de Hornabeque recupera su aspecto original del siglo XVII

Después de comprobar el estado de las obras, el presidente de la Ciudad explicó a la prensa que se han restaurado 2.158 metros cuadrados de murallas y puentes del Foso de Hornabeque, una actuación que ha contado con el asesoramiento de arqueólogos como Antonio Bravo para devolver el entorno a su estado original. Juan José Imbroda calificó de «magnífico» el resultado y resaltó que el forjado del puente es una copia artesanal del primitivo.

Aunque anoche se procedió a su encendido, todavía quedan cosas por hacer en el Foso de Hornabeque, como la recuperación de parte del suelo original. También se va a instalar una columna contra incendios al comienzo del recinto para proteger el entorno y se recuperará el mecanismo de elevación del puente que conecta con la Plaza de Armas.

Las obras, dirigidas por el arquitecto Mateo Bazataquí y ejecutadas por Isolux-Corsan, han permitido dejar al descubierto unas matimoras que se utilizaban para guardar el trigo y el cereal. Para que melillenses y foráneos conozcan el origen y utilización de estas oquedades, se van a instalar expositores informativos. De igual forma, Imbroda explicó que los trabajos que quedan en el Foso de Hornabeque estarán terminados para principios de año y tendrán un coste de 450.000 euros.