Sacyr convertirá la Aduana en el Museo de Málaga por un tercio menos de lo previsto

La noticia consolida además un efecto dominó bastante esperanzador para el equipamiento cultural. Con la adjudicación de las obras, el Gobierno cumple el plazo que se había previsto para este trámite -la primera mitad del año- y hace posible que los trabajos comiencen en los próximos meses. Además, como la licitación fija un periodo de obras de 36 meses (tres años), el Museo de Málaga tiene el camino despejado para abrir sus puertas en 2012, última fecha anunciada por el Ministerio de Cultura.

Fuentes cercanas al proyecto explicaron ayer que, tras la adjudicación, Sacyr tiene un mes para formalizar el contrato y otro mes más para el replanteo de las obras. De este modo, si no surgen inconvenientes, las máquinas podrían empezar la reforma «entre agosto y septiembre».

Asimismo, los representantes del proyecto destacaron que, con la adjudicación de las obras anunciada ayer, «se han terminado los trámites para empezar la reforma». Eso debe traducirse, en su opinión, «en un camino más despejado» para que la Aduana se transforme en el Museo de Málaga, sede de las secciones de Arqueología y Bellas Artes que ocuparán el antiguo edificio civil.

Sacyr acometerá el proyecto redactado por el equipo del arquitecto Fernando Pardo, ganador del concurso convocado por el Ministerio de Cultura. El documento plantea la recuperación del aspecto original de la Aduana, con una cubierta a dos aguas inspirada en la techumbre que ardió en el incendio ocurrido en 1922.

Un espacio de futuro

Precisamente, ese elemento ofrecerá una de las novedades más espectaculares del futuro equipamiento cultural. No en vano, la cubierta añadirá 2.500 metros útiles al museo. Así, el último nivel albergará un auditorio con capacidad para 200 personas, un restaurante con un envidiable mirador, así como las dependencias administrativas de la institución cultural.

Después de años de estériles debates políticos, el Museo de Málaga se presentará tras su reforma como uno de los museos provinciales más importantes de Andalucía. No en vano, su superficie construida superará los 18.000 metros cuadrados y el espacio útil alcanzará los 13.730 metros cuadrados.

En su planta baja, el futuro Museo de Málaga albergará dos salas para exposiciones temporales que harán posible la llegada de grandes montajes, como los promovidos por el Museo del Prado, por ejemplo. El primer nivel quedará reservado para la sección de Bellas Artes -cuyos fondos superan las 2.100 referencias- mientras que la segunda planta quedará para los restos arqueológicos, con más de 15.000 piezas catalogadas, según las estimaciones de los responsables de la institución museística.

Reivindicación ciudadana

Conviene recordar que la conversión del palacio de la Aduana en el Museo de Málaga ha constituido una reivindicación histórica de la ciudad. Tras su uso durante años como Subdelegación del Gobierno, un acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Gobierno hizo posible su transformación en equipamiento cultural.

Además, y pese a la importante rebaja en la inversión prevista, la rehabilitación del Museo de Málaga es el proyecto cultural más cuantioso de los que se acometen en Málaga; con permiso, claro, del auditorio del puerto y sus 55 millones de euros.