A PIE DE CALLE. Joaquín García Weil, profesor de yoga: «El yoga tiene su aplicación práctica en la vida diaria»

¿Cómo comenzó a practicar?

Primero empecé con la meditación de estilo zen, pero poco a poco comencé a practicar yoga hasta que le dedicaba la mayor parte de mi tiempo. Ambas están muy relacionadas. El objetivo es básicamente el mismo: alcanzar la claridad física y mental.

¿Quienes pueden practicarlo?

Todo tipo de personas. Lo bueno del yoga es que no te exige tener grandes cualidades físicas, sino que te ayuda a mejorarlas. El yoga que enseño procura disponer de medios suficientes para que todas las personas puedan practicarlo según sus condiciones físcas.

Y los resultados son visibles.

Yo siempre digo que el yoga no hace milagros, pero ayudar, ayuda. Te aporta salud y buena forma física. Te sirve para conocer mejor tu cuerpo, también lo fortalece, aunque no se perciba a simple vista porque los músculos que se trabajan suelen ser internos.

Por ejemplo, los que intervienen en la respiración...

Exacto. Para conseguir una buena relajación, es necesaria disponer de una concentración absoluta.

¿Cree que el yoga tiene cabida en nuestra sociedad actual?

Por supuesto, tanto el yoga como la meditación tienen su aplicación práctica en la vida diaria. El yoga apareció hace más de 5.000 años y, aunque parezca inconcebible, la gente de aquella época también se enfrentaba a los mismos problemas de hoy día. De hecho, se creó para ayudar a las personas a superar el estrés y la tensión. Puede que la sociedad haya cambiado, pero el ser humano sigue siendo el mismo.

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