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LUISMI CÁMARA
Sábado, 9 de marzo 2013, 19:18
El turco Cüneyt Çakir ha sido el nombre con mayúsculas de la eliminatoria entre el Manchester United y el Real Madrid. Sus controvertidas decisiones y su criterio cambiante marcaron el choque de la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, y la polémica expulsión de Nani será recordada siempre que se haga referencia a este enfrentamiento porque cambió el rumbo de un partido que, hasta ese momento, tenía un claro sabor inglés.
Pese a que un histórico del United como el irlandés Roy Keane consideraba en la retransmisión de la BBC que la roja al jugador portugués era adecuada, una tarjeta amarilla es el castigo más justo que aplicaría la mayoría. Incluso Mourinho, el principal beneficiado, opinó que consideraba desproporcionada la decisión.
Pero, fuera de la discutida actuación del 'trencilla' otomano, el cruce más atractivo de esta ronda de la Champions tuvo dos protagonistas imprevistos. Además de Cristiano Ronaldo -ya encumbrado a los altares del madridismo pese a que reconoció que, por primera vez en su carrera, en Manchester se vio superado por el ambiente-, Modric y Diego López aparecen como los principales artífices de la victoria blanca en Old Trafford.
Pausa, ritmo y claridad
El croata, muy criticado por la evidente descompensación entre su rendimiento hasta el momento y el elevado coste de su fichaje, recordó en su regreso a las islas al talentoso jugador que dirigía el atractivo juego del Tottenham. Aquellos que no hayan seguido la irregular campaña de Modric en el Madrid se preguntarían la noche del martes por qué no ha adquirido más protagonismo y presencia en el once de Mourinho. El '19' ofreció todo lo que le faltaba a su equipo antes de su salida. Parte del mérito habría que atribuírselo a su técnico, que radiografió con la lucidez propia de un visionario las circunstancias del partido tras la eliminación de Nani, y decidió convertir la ventaja numérica en superioridad en el medio campo, cambiando un peón por un alfil.
El 'Cruyff de los Balcanes' combinó la pausa con el cambio de ritmo e imprimió frescura y claridad de ideas a una línea de creación carente de criterio y con la imaginación en tonos negros ante el perfecto entramado dispuesto por Ferguson para frenar el contraataque visitante. Con el renqueante Xabi Alonso perdido, se colocó por delante del donostiarra, tomó el timón ofensivo de un barco encallado y acertó con uno de los cañonazos que avalaron su fichaje, los que apenas ha empleado en la liga española. Ahora falta ver si es el de Old Trafford es el primer paso tras un largo proceso de adaptación o si es otro 'caso Anelka': una incorporación muy cara y poco rentable, solo justificada por su inestimable colaboración en la obtención de la Liga de Campeones. El francés fue vital en la 'octava', el croata quiere ser recordado por algo más que por la 'décima'.
Sin embargo, 'El Pájaro' no fue el jugador madridista más notable en el 'Teatro de los Sueños'. El 'Tony' fue para Diego López, otorgado directamente por su jefe, que lo calificó como «el mejor del partido». El gallego estuvo soberbio en el último tercio del enfrentamiento, cuando sus compañeros vieron el choque resuelto y, en lugar de aprovechar la desesperación de los 'diablos rojos', se atrincheraron en las cercanías de su área -sugestionados también por el significativo cambio de Pepe por Özil-.
Si en la primera parte ya había tenido el santo de cara cuando un cabezazo de Vidic golpeó violentamente contra el palo, en la segunda mitad fue él quien evitó varios goles cantados con disparos a bocajarro de los ingleses, sobre todo de Van Persie, tirando de colocación y reflejos, e impidió una angustia innecesaria en los últimos minutos.
López ha adquirido el protagonismo en la portería blanca cuando ya no esperaba otra oportunidad. Emigró para buscar su sitio lejos de Chamartín y se hizo importante en Villarreal, este año recaló en el Sevilla, en donde se marchitaba en el banquillo a sus 31 años. La llamada desde los despachos del Bernabéu le sacó del ostracismo y el arquero ha aprovechado la oportunidad brindada. La lesión de Casillas acabó con el debate sobre su estado de forma y la conveniencia de que Adán fuera el titular que abrió Mourinho. El portugués apostó por Diego y el lucense ha respondido con grandes actuaciones ante el Barcelona y en la Champions. La duda ahora es saber qué hará 'The special one' cuando el capitán regrese.
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