Inmobiliaria Echeverría prepara un ERE dentro de su proceso concursal

El proceso concursal que atraviesa una de las promotoras con más solera de Málaga, Inmobiliaria Echeverría, va a tener inevitables consecuencias laborales. Sus responsables están preparando un expediente de regulación de empleo (ERE) que previsiblemente afectará a 12 de sus 17 empleados, según revelaron a SUR fuentes cercanas a la compañía.

Al estar declarada en concurso de acreedores desde el pasado 23 de mayo (el auto se publicó el 19 de junio), el trámite que debe seguir este expediente es diferente del que marca la legislación laboral con carácter general. Así, será la titular del juzgado de lo mercantil número 2 de Málaga, Rocío Marina Coll, la que tendrá la última palabra si sindicatos y empresa no se ponen de acuerdo en el periodo de consultas que se abrirá en cuanto se presente el ERE.

La compañía, que en su medio siglo de historia ha construido más de seis mil viviendas en Málaga capital -dando nombre incluso a barrios enteros, como Echeverría de El Palo o de Huelin-, se ha propuesto sobrevivir al trance concursal. Estadísticamente se trata de un objetivo difícil, dado que más del 90% de estos procesos acaban en liquidación, pero en el caso de Echeverría la gran diferencia entre las cifras de pasivo y activo (40 millones frente a 70) juega a su favor.

El futuro de la compañía está, en buena parte, en manos de Cajamar, su principal acreedor. Según fuentes consultadas, el 70% del pasivo de Inmobiliaria Echeverría es con esta entidad financiera. De hecho, la promotora se vio abocada al concurso de acreedores al no conseguir la refinanciación de su deuda. Así que cuando llegue el momento de elaborar un convenio de acreedores, será la institución la que tenga el mayor poder de decisión.

Viviendas por vender

Mientras avanza el proceso concursal la empresa sigue operando en el mercado, aunque lógicamente su actividad está muy mermada, dada la paralización del sector inmobiliario. Actualmente solo le queda una promoción por terminar en Algeciras, además de más de cien viviendas por vender entre la citada localidad, Mijas y el barrio malagueño de Teatinos. El objetivo de la compañía es ir vendiendo este 'stock' a lo largo de los dos próximos años para poder sanearse.

Como el concurso de acreedores se presentó de forma voluntaria, los responsables de esta empresa familiar malagueña siguen al frente de la misma, aunque bajo la supervisión de un administrador concursal, que en su caso es José María Muñoz. Los acreedores deben poner en su conocimiento sus deudas antes del día 19 de julio, puesto que el plazo legal es de un mes después de ser publicado en el BOE el auto de declaración de concurso.