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Un camino seguro para el empleo en el extranjero. Es la principal credencial del programa Erasmus prácticas, que ha contado este año con un centenar ... de estudiantes de la UMA. En muchos casos, esas prácticas se convierten en empleos fijos y bien remunerados.
La Universidad de Málaga tiene abierto el procedimiento para la selección de estudiantes que quieran realizar prácticas europeas. Pueden solicitarlo tanto estudiantes de grado, máster y doctorado como recién titulados. Hasta el 2 de noviembre el procedimiento ordinario y hasta el 15 de mayo se irán otorgando las plazas que queden libres.
Una de las jóvenes que ha participado en este programa Erasmus prácticas es Sofía Eciolaza Dowhyj, de 22 años, graduada en Marketing e Investigación de Mercados. Aunque nació en Buenos Aires, con un año su familia se trasladó a Lucena y ha cursado su carrera en la UMA.
Sofía ya tenía experiencia en la movilidad internacional, pues en 2021 (coincidiendo con el primer cuatrimestre de su cuarto curso) se fue cuatro meses a Estados Unidos, en concreto a la Universidad del Norte de Florida. «Ahí fue cuando empecé a vivir en un ambiente internacional, hablando siempre en inglés. Cuando volví a Málaga, decidí empezar a buscar otras opciones para seguir viajando y pasar más tiempo en el extranjero», explica. Es así cuando valora la oportunidad de realizar prácticas fuera, ya que «la posibilidad de realizarlas en Málaga o en otro sitio en España era complicado, porque no podía permitirme subsistir solo con el salario de las prácticas, y empezar a trabajar sin experiencia también lo vi complicado recién terminado el grado».
A través de un portal de internet (Erasmusintern.org) encontró una oferta en la multinacional Bosch Power Tools, en la sede de Breda, Países Bajos, en concreto de 'dremel website amd data analysis'. Tuvo que escribir una carta de motivación a la empresa y superar dos entrevistas. «Vi que era una gran oportunidad para entrar en el mundo laboral, además de poder vivir en el extranjero más tiempo y seguir con esa gran aventura», dice la joven. «Tiene una mezcla entre análisis de datos y marketing 'online', que encajaba muy bien conmigo», afirma. Con la ayuda Erasmus, la de la Junta y la UMA, además de la de la empresa y el gobierno holandés para trabajadores internacionales, «vi claro que podía independizarme completamente y empezar mi vida».
Sofía ha trabajado nueve meses para esta multinacional alemana. La sede principal de Dremel, marca interna de Bosch Power Tools, se encuentra en Breda, donde ha trabajado. «Mi experiencia en la empresa ha sido increíble, desde el primer día me han enseñado mil cosas, he podido participar en todos los eventos y reuniones como una más, y he tenido muchas responsabilidades», dice.
En agosto ha empezado a trabajar en Dorel Juvenile, empresa líder en el mercado de carritos y sillas de bebé, como junior CRM Marketeer, para Maxicosi en concreto. «Valoraron mi grado, pero sobre todo la experiencia que he tenido en Bosch, muy multifacética y al tanto de todas las herramientas del marketing digital», explica la joven.
Hanna Kowasch es otra de las egresadas de la UMA que ha encontrado un trabajo lejos de Málaga. Tiene 24 años y en su caso se ha graduado en Económicas. Su familia vive en Canarias, pero ella quiso estudiar en Málaga «porque siempre ha sido una ciudad que me encanta». Como Sofía, ya tenía experiencia de estudiar en el extranjero, en su caso el Erasmus académico en una universidad de Finlandia, donde pasó un cuatrimestre. Como quedó «encantada» buscó la manera de repetir, y «ya solo me quedaba el Eramus prácticas», bromea.
Entre la subvención de fondos europeos de entre 300 y 400 euros mensuales, dependiendo del país (en el caso de Alemania, son 350 euros) y la ayuda adicional de la Junta de Andalucía (otros 190 euros mensuales) y la remuneración de las prácticas (obligatoria en Alemania) Hanna lo tuvo claro: «los estudiantes no tenemos ningún impedimento, al menos económico, para poder vivir esta experiencia en el extranjero y sin pasar penurias».
Aunque desde el vicerrectorado de Relaciones Internacionales se informa a los alumnos de ofertas de prácticas en el extranjero, en su caso fue ella misma la que se ocupó de buscarla por internet. «Vi una oferta que me encajaba mucho, contacté con la empresa y, tras pasar el proceso de selección, me puse en contacto con la UMA. A partir de ahí todo el proceso fue muy ágil, sobre todo gracias a Alejandro Florido (técnico del servicio de Relaciones Internacionales), quien gestionó mis prácticas y a quien probablemente he mandado unos 50 correos con preguntas que me iban surgiendo», explica la joven.
La empresa en la que trabaja, ABO Wind, desarrolla y construye parques eólicos, solares y baterías en varios países del mundo, entre ellos España. Hay multitud de departamentos que se encargan de todas las fases de desarrollo y ejecución de los proyectos. Anna está en el equipo que se encarga de la financiación y venta de parques desarrollados en España.
Tras unos meses de trabajo con Erasmus prácticas, Hanna Kowasch ya tiene un contrato fijo. Cree que se ha valorado su actitud, sus ganas de aprender, su implicación con las tareas y el idioma. «Nos relacionamos a diario con España y el hecho de venir de una universidad española me ha ayudado a desenvolverme, sin lugar a dudas», confiesa. Aunque ella habla alemán, asegura que no es un requisito imprescisdible: «Tengo muchos compañeros que no hablan alemán y en el trabajo nos manejamos con el inglés», asegura.
Desde que llegó a ABO Wind el equipo «me ha llevado de la mano y me ha hecho sentir un miembro más, de modo que pude aprender y avanzar rápidamente en un entorno muy cómodo».
Sobre estar fuera de España, Sofía asegura que «llegué aquí pensando que iban a ser solo las prácticas y volver, pero viendo las oportunidades laborales aquí en empresas internacionales, las condiciones laborales y las oportunidades de crecer, por ahora seguiré aquí y si veo alguna oportunidad interesante en España no dudaré en volver», aunque trabajando en una multinacional con distintas sedes los trabajadores tienen posibilidad de moverse por diferentes países.
Hanna, por su parte, anima a cualquier estudiante que se esté planteando participar en este programa, porque «de verdad es una experiencia súper enriquecedora. Es una oportunidad para superarse a nivel personal, hacer nuevos amigos, conocer otro país, y crecer, también a nivel profesional. Mi impresión es que la predisposición a participar en este tipo de programas se valora muy positivamente».
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