«Las mujeres no debemos copiar a los hombres para ser líderes»
La 'startup' prevé lanzar este año una ronda de inversión de entre 3 y 4 millones de euros para acelerar su expansión en el mercado americano
Emily González-Cebrián nació en Galicia pero con un año vino a vivir a Málaga. De padre piloto y madre azafata, ella quería ser diplomática. ... Pensaba que era la profesión que más cuadraba con su pasión por viajar y conocer otras culturas. Pero unas prácticas en el Consulado de España en París después de estudiar Derecho le bastaron para darse cuenta de que no era lo suyo. En aquel mundo burocrático no podía desarrollar su carácter emprendedor. Así que enfiló el camino de la internacionalización empresarial. Tras una beca Icex, Abengoa la fichó y Emily estuvo seis años en Río de Janeiro dirigiendo la filial brasileña de la multinacional andaluza. Contaba entonces treinta y pocos años. Se vino a España en 2018 con un doble objetivo: montar su propia empresa y volver a vivir en su ciudad. El resultado de esa apuesta se llama Froged y es una de las 'startups' más prometedoras nacidas en los últimos años en Málaga.
-Explíqueme qué es Froged como se lo explicaría a su abuelo.
-Antes el negocio del 'software' se basaba en licencias: tú comprabas el programa para poder usarlo. Ahora en vez de una licencia, muchas veces se trata de una suscripción. Pasamos de un producto a un servicio. Esta, la de los SaaS (Software as a Service), es una industria que crece muchísimo. Se habla ya de la economía de la suscripción. Y todos los 'softwares' que funcionan con este sistema tienen dos grandes desafíos: la entrada y conversión de los clientes y el abandono. Por eso necesitan un 'software' como el nuestro, que les da visibilidad de lo que ocurre con sus clientes y les permite actuar a tiempo y ayudar a esos usuarios a sacarle todo el jugo al servicio, evitando que se acaben yendo. Froged se define como una plataforma automatizada de 'customer success' y soporte. Hay clientes que han reducido las bajas un 40%. Y también mejoramos las tasas de conversión de clientes 'free' a 'premium'.
-¿Cómo acaba una licenciada en Derecho montando una 'startup' tecnológica?
-Cuando volví a España tenía claro que iba a montar algo por mi cuenta en Málaga. Ahí es donde Demium Startups [un programa de aceleración que dirige el malagueño Álvaro Villacorta] tuvo un papel clave. No sé cómo me contactaron para que me metiera en el 'AllStartup' [un evento de selección de emprendedores]. Ahí es donde conocí a Ángel Romero y JuanjoRojano, mis socios. El 'match' que hubo entre nosotros tres fue increíble. Angel [Chief Technology Officer de Froged] es desarrollador Full Stack; es un genio de la programación y tiene sangre emprendedora. Juanjo [Chief Information Officer] es experto en 'business inteligence', o sea, en datos. Los tres teníamos claro que queríamos un proyecto en el que poner toda la carne en el asador.
-Desde aquel 'flechazo' emprendedor todo fue muy rápido, ¿no?
-Aquel evento en el que nos conocimos fue a finales de 2018. En febrero de 2019 tomamos la decisión de ir para delante y en junio estaba constituida Froged, tras una ronda de capital semilla de 30.000 euros. En enero de 2020 lanzamos comercialmente nuestra plataforma y en diciembre hicimos nuestra segunda ronda, de 400.000 euros, en la que entraron inversores interesantes como Andreas Mihalovit, BStartup (Banco Sabadell), Athos Capital y Chile Ventures. Hoy somos 14 personas en plantilla, y creciendo.
-¿Cómo ha afectado la pandemia al desarrollo de la empresa?
-Respecto a nuestro servicio, creo que la demanda es mayor que antes. Una de las funcionalidades de Froged más demandadas es el Live Chat, que permite a las empresas dar soporte en tiempo real de forma remota a sus clientes. El mayor desafío para nosotros ha sido formar el equipo. Hemos tenido que dar la bienvenida a muchos miembros directamente en remoto. Pero estamos súper orgullosos porque el equipo ha respondido. Ahora que la situación lo ha permitido ya estamos combinando el trabajo presencial y remoto porque estar juntos es necesario para asentarnos como equipo.
-¿Planean otra ronda de inversión a corto plazo?
-Somos conscientes de que una empresa como la nuestra tiene los tiempos muy marcados. Nuestra previsión es hacer una ronda al año. Después de verano queremos hacer una de entre 3 y 4 millones. La principal diferencia entre una 'startup' y una empresa tradicional es esta velocidad. Llegas más rápido a la meta a base de vender trocitos de tu empresa.
-¿Qué objetivos de negocio tienen para este año?
-Tenemos 2.000 'workspaces' [usuarios] repartidos entre más de cien países y queremos terminar el año en 350 clientes de pago (ahora son 65). Tenemos el foco puesto en EE UU; es allí donde se mueve la industria del 'software'. También queremos tener una posición predominante en Latinoamérica.
-¿Es consciente de ser prácticamente la excepción femenina en el mundillo 'startup' malagueño?
-Salimos de una historia muy larga de predominio masculino y romper esa tradición lleva tiempo. Cuantas más referencias haya, más fácilmente se replicarán.
-Es mujer y líder en un mundo de liderazgos masculinos, ¿ha tenido alguna vez que mimetizar su forma de comportarse?
-Yo no creo que una mujer deba copiar a los hombres para ser líder. La mujer debe encontrarse a sí misma y llenar su liderazgo con las cualidades que la caracterizan. Además, los estereotipos no son ciertos: una mujer puede ser extremadamente asertiva y equilibrada a la hora de gestionar riesgos. Yo siempre me he movido en mundos muy masculinos. En Brasil era la única mujer en el equipo y mis interlocutores siempre eran hombres. Tuve que aprender a gestionarlo, porque en el mundo profesional hay hombres que utilizan determinados comportamientos para establecer diferencias en el trato. Es muy sutil, pero si no reaccionas rápido y te pones en tu lugar puedes perder el poder.
-¿Cuál es su estilo de liderazgo?
-Una vez estábamos los tres socios de Froged sentados con un inversor y preguntó por qué era yo la CEO. Me gustó la respuesta de Juanjo: dijo que era algo que había ocurrido naturalmente. Creo que el liderazgo no debe ser autoritario; debe ser asumido por aquella persona que tiene la capacidad de gestionar y ayudar a que el talento sea conducido a su máximo potencial. El verdadero líder es el que es capaz de crear muchos líderes a su alrededor.
-Después de tantos años fuera, ¿le ha sorprendido el dinamismo actual del ecosistema tecnológico malagueño?
-Me parece que como ciudad, Málaga está sabiendo gestionar de manera inteligente sus cualidades para convertirse en un polo de empresas tecnológicas. Al volver, tenía miedo de que la ciudad se me quedara pequeña, pero me encuentro una Málaga de la que me siento súper orgullosa. Y están surgiendo proyectazos. Nosotros acabamos de terminar el programa Desafía San Francisco, de Red.es y el Icex, y de diez 'startups' que participaban, tres somos de Málaga: Kronte, Planet y nosotros.
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