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Después de que ella misma reconociera los hechos durante el juicio y que los miembros del jurado popular la consideraran culpable de un delito de asesinato con alevosía y otro de abandono temporal de menores, solo faltaba conocer la pena impuesta a la madre de Camelia, la bebé de 17 meses que murió tras ser abandonada en una habitación cerrada de un piso de Málaga. Según la sentencia, la joven ha sido condenada a 16 años de cárcel.
En la resolución judicial, a la que ha tenido acceso este periódico, se indica que la joven vivía en un piso de Málaga, situado en la calle Viento, y que trabajaba en una discoteca del Centro desde agosto de 2018. Entonces la pequeña solo tenía 15 meses, cuando su madre la dejaba sola sobre las dos de la madrugada para irse al local de copas, no regresando a la vivienda hasta las dos de la tarde del día siguiente.
La dejaba en la habitación de la casa, echada en la cama de matrimonio. Por ello, en la sentencia se insiste en que, desde el mes de agosto, la niña permanecía sola en la vivienda prácticamente a diario, desprovista de atención afectiva y de los cuidados precisos para un bebé de su edad.
Desde mediados de septiembre, la joven, de 22 años y nacida en Marruecos, comenzó a quedarse a dormir en casa de un amigo. La dejaba sola toda la noche y hasta la tarde del día siguiente, cuando volvía al apartamento para alimentar a la pequeña de 15 meses y volver a marcharse. Su comportamiento continuó una vez que dejó de trabajar en la discoteca.
En la resolución judicial se indica que la madre de Camelia mantuvo una intensa vida nocturna, saliendo habitualmente en compañía de su amigo y de su novio. A ellos, que nunca vieron a la pequeña ni supieron dónde se encontraba exactamente, les decía que su hija estaba en la casa con una chica que se encargaba de atenderla.
En octubre de 2018, cuando la pequeña tenía 17 meses, la abandonó definitivamente y se marchó para siempre del apartamento. La dejó encerrada en el dormitorio, sobre la cama, tan solo con un biberón y unas galletas. En la resolución se insiste en que la joven sabía que el resultado de su comportamiento iba a ser la muerte de Camelia, al dejar de prestarle el la atención indispensable para su subsistencia.
Sin desvelar a sus amigos y familiares dónde estaba la niña, la madre de Camelia continuó con su vida social nocturna, llegando incluso a celebrar el 27 de noviembre de 2018 una fiesta con sus amigos por su vigésimo cumpleaños. Mientras tanto, seguía diciendo que la pequeña estaba a cargo de una cuidadora.
Sin poder contactar con la joven, sus familiares decidieron acudir a Málaga desde Marruecos. Tras reunirse con la madre de Camelia y después de intentar engañarlos, acabó confesando que había dejado hacía un mes a su hija sola en la casa, dándose después a la fuga.
Los familiares alertaron a la policía y fue el 30 de noviembre cuando entraron en la casa y hallaron el cadáver de la pequeña en avanzado estado de descomposición. Había muerto entre 26 y 30 días antes de que lo encontraran, tratándose de una muerte violenta por el abandono sufrido.
Siempre según la sentencia, en la resolución se recoge el veredicto del jurado popular que juzgó este caso y se condena a la joven por un delito de asesinato con alevosía y otro de abandono temporal de menor. La pena impuesta es de 16 años de cárcel por ello.
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