Las meteduras de pata de Éver Banega

Ever Banega llegó al Valencia el 6 de enero de 2008, como un regalo de Reyes, con un contrato por 5 años y medio, y con una idea muy clara: «Vengo a triunfar». Pero el día de su presentación ya tuvo que lidiar con un problema que le marcó seriamente: el futbolista aparecía en un vídeo casero masturbándose delante de una webcam. Las imágenes eran de un año antes, pero se hicieron públicas coincidiendo con su llegada al club de Mestalla. Hasta la prensa rosa persiguió al nuevo fichaje valencianista durante los primeros días. Y entonces también salió a la luz que unos meses antes, en julio de 2007, Banega formaba parte de la selección argentina sub-20 que se proclamó campeona del mundi juvenil... y que destrozó un ascensor y un hotel.

Tras superar este mal trago, Banega se vio implicado poco después en otro molesto incidente: el 3 de marzo de 2008, con Koeman en el banquillo, el argentino dio positivo en un control de alcoholemia en el centro de Valencia. Banega, que conducía un Mini prestado por la avenida Pérez Galdós superó en casi el doble la tasa de alcoholemia permitida por el código de circulación: dio 0,44.

Tras unos meses en los que le costó adaptarse y en el que vivió el convulso año de Koeman, Banega se marchó cedido al Atlético de Madrid donde poco se supo de él (las malas lenguas aseguran que era 'amigo' de la noche madrileña) y regresó con nuevos aires. Empezó a demostrar su calidad, regresó a la selección nacional y el Valencia descubrió a un 'pelotero' excelente... cuando tenía la cabeza en su sitio. Porque en abril de 2010 volvió a las andadas. En un partido contra el Mallorca que acabó con derrota, Unai sustituyó al jugador y éste tuvo un desplante con el entrenador que acabó en bronca pública en el banquillo.

Y en noviembre de ese mismo año las cosas empeoraron. Tras una cena que dio Unai Emery a la plantilla por su cumpleaños, el futbolista se fue de fiesta, trasnochó hasta altas horas de la madrugada, durmió fuera de su domicilio... y el club le pilló. El Valencia decidió cortar por lo sano e incluso lo investigó.

Pero los problemas no acabaron ahí. En mayo de este mismo año, el Valencia impuso al argentino comer tres días a la semana en Paterna con el fin de controlarle la dieta. Su afición a la 'comida basura' obligó al club a llevarle los alimentos a casa. Banega se había convertido en 'el rey de la hamburguesa'.

Poco antes de comenzar a la Copa América, Banega volvió a hablar más de la cuenta en las redes sociales. El internacional, con su futuro en el aire, insinuó en twitter su marcha del Valencia. ''Después de la Copa América estudiaré ofertas''.

La última actuación desafortunada de Banega ha sido posar con una camiseta del Real Madrid. Manuel Llorente, que está en la concentración del Valencia en Klagenfurt, eludió ayer pronunciarse públicamente sobre el asunto, pero no escondió su malestar y avanzó que el club hablará con el jugador argentino sobre la foto.