EL ROMPEOLAS
Me temo tendremos que conformarnos con ver como las olas romperán cada vez más cerca del majestuoso paseo marítimo
ARTURO REQUE
Lunes, 1 de mayo 2017, 09:55
Secciones
Servicios
Destacamos
ARTURO REQUE
Lunes, 1 de mayo 2017, 09:55
ME pedía el amigo J.B. Pavón, 'Bauti', que escribiera sobre los espigones por ser un tema de actualidad que nos tiene a la expectativa a los marbelleros tras ver como con cada temporal de Levante nos quedamos sin las playas del centro, aquellas en las que durante décadas hemos ido ganándole terreno al mar sin contemplaciones a base de maquinaria pesada, especialmente desde 1991 tras la orden ministerial de retirada de los espigones, momento que aprovechó quien nos gobernó durante varias legislaturas para construir a toque de corneta un bonito paseo marítimo con suelo de mármol y pérgolas de maderas desde cuyas sombras se podían ver, cual espejismo dunar, elefantes camuflados entre palmeras. Únicamente se le resistió el traer arena fina de la costa gaditana, dejándonos por el contrario un polvo cementoso que oculta tremendos bloques de rocas que rellenan lo que anteriormente eran las playas y que, por desgracia, últimamente vemos aflorar con demasiada frecuencia.
Los de mi generación tenemos el baúl lleno de recuerdos en esas playas artificiales de aguas tranquilas donde pasábamos jornadas veraniegas enteras buceando en sus calas, subidos a los hidropedales y góndolas o simplemente correteando por los bloques del rompeolas, esperando que pasara el avión de turno lanzando pelotas infladas. Recuerdos de infancia cargados de melancolía que desde la añoranza nos empuja a reclamar una solución al despilfarro que supone echar arena a &ldquopaladas&rdquo cada vez que la naturaleza nos saca las vergüenzas por los disparates que hemos cometido.
Amigo &lsquoBauti&rsquo, los dirigentes actuales dicen tener la solución y piden poder firmar con el ministerio de turno un convenio para que el propio Ayuntamiento -es decir, nosotros- adelantemos la inversión de la estabilización de las playas con fondos municipales. La hemeroteca me recuerda que esto ya se lleva solicitando desde hace muchos años -al igual que otras muchas infraestructuras necesarias: ampliación del hospital, colegios, incorporaciones seguras a la A7 o la misma A7 en sí, el tren litoral, etc, y que siguen brillando por su ausencia- pero la novedad está en que parece que ahora tenemos esa financiación y podríamos utilizarlas para este fin al haber liquidado la deuda privada y tener superávit, según palabras del propio alcalde.
Ahora bien, conociendo la tradicional confrontación que se traen entre administraciones, la reticencia a dar a Marbella lo que nos quitaron en su día, la lentitud burocrática de los procedimientos, los múltiples y escrupulosos estudios necesarios y otros trapos sucios que se echarán a la cara, me temo tendremos que conformarnos con ver como las olas romperán cada vez más cerca del majestuoso paseo marítimo, incluso como salpicarán por encima del mismo. No queda tanto para esto ya que no es únicamente cuestión nuestra sino del maltrato medioambiental que se ha hecho al planeta, y eso es más difícil de corregir.
Cierro con una estrofa de la canción de Loquillo que da título a este artículo esperando que alguna vez podamos volver a sentirla como nuestra: Lunes, martes, miércoles / mirando hacia el mar./ Es un buen lugar para irse a olvidar&hellip
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.