El Málaga pierde y se complica la vida (2-1)

En el primer periodo no funcionó el centro del campo utilizado por el Málaga. Le afectó excesivamente el primer tanto. Algunos jugadores parecían desubicados, y no mejoraban con el paso de los minutos. Fue necesario esperar a la reanudación y a los claros cambios por parte de Sergio Pellicer para recuperar el nivel perdido, pero fue demasiado tarde, ya que el Sporting había conseguido dos tantos. El equipo malagueño seguirá a cierta distancia del descenso, pero todavía necesitará sumar más puntos para completar una salvación que se le complica un poco más.

Pellicer apostó de entrada por premiar a los jugadores que más destacaron en el anterior partido. De ahí que alineara a Benkhemassa, Luis Muñoz o Hicham para otro partido clave en la lucha por la permanencia, dejando en el banquillo a Keidi, Adrián o Tete. Mantuvo el sistema de juego con tres centrales, pero con las mencionadas variaciones. Y la fórmula de los blanquiazules (en este caso de rosa) no funcionó, ya que encajaron un tanto tempranero, de los que te obligan a cambiar los planes previstos. En un desmarque de ruptura, Medida superó a los defensores y se plantó solo ante Munir, al que batió por el primer palo. La situación era terrible, en un momento de máxima frialdad y desconcierto del equipo.

Se esperaba la reacción del once malagueño de una forma inmediata por lo mucho que se jugaba, pero no llegaba. Con mucha distancia entre líneas e imprecisiones constantes, el cuadro de Pellicer apenas profundizaba por las bandas. Buscaba opciones por el centro que casi nunca llegaban a buen puerto, lo que desanimó al Málaga y atascó todavía más su juego. Los recursos eran mínimos y el sistema defensivo flojeaba por momentos, lo que permitía al Sporting acercarse a la meta de Munir con relativa facilidad. Eran los peores momentos de los visitantes.

El tanto de Medina estaba haciendo mucho daño en un equipo mentalmente débil y que le cuesta jugar con el marcador en contra. Sus reacciones eran tímidas y sin demasiada claridad, por lo que la clave estaba en mantener a raya a los sportinguistas para que no ampliaran el marcador, algo que tampoco consiguió el Málaga, que al superar la media hora encajó el segundo tanto en otro desajuste defensivo que en esta ocasión permitió que Álvaro Vázquez rompiera el fuera de juego y recibiera con cierta comodidad. Y batió a Munir en el 'mano a mano'.

El marcador era ya una losa muy pesada que necesitaba un cambio brusco, una modificación o una rectificación. Y Pellicer reaccionó con contundencia para frenar el desaguisado. En el descanso dio entrada a Adrián y Tete por Benkhemassa y Juan Carlos. Se vio obligado a retocar el sistema para adaptarse a una variante del clásico 4-4-2. El objetivo se centraba en reactivar al equipo para mejorar el juego y el marcador. Y las sensaciones eran ya otras desde el primer instante. Pero el cambio de planes del entrenador no quedó ahí, sino que diez minutos después dio entrada también al 'castigado' Keidi, que suplió a un Luis Muñoz que todavía no ha alcanzado su mejor ritmo de juego después de la lesión.

Comenzaba un partido nuevo, pero con dos goles de desventaja. Con Buenacasa en el campo, la apuesta era cada vez más ofensiva para modificar el marcador. Pero las aproximaciones, que eran constantes, no acababan de convertirse en oportunidades. El dominio era claro del Málaga y poco a poco ponía más cerco a la meta de Mariño. El equipo blanquiazul había regalado el primer tiempo y le había costado muy caro. El Sporting, mientras tanto, intentaba neutralizar el control rival con jugadas rápidas o contraataques.

La ventaja local era cómoda, pero el Málaga no se rendía. Necesitaba sumar a toda costa, pero era incapaz de disfrutar de ocasiones claras para marcar y acercarse en el marcador. El Sporting buscaba una sentencia más clara al contragolpe, pero tampoco tenía demasiada claridad en su juego. El árbitro y el VAR anularon otro tanto de Álvaro, en fuera de juego, y Keidi, tras un rechace, marcó el 2-1 en los últimos instantes. Y no hubo tiempo para más. Ahora seguirá el sufrimiento para los malaguistas.