Minuto de silencio antes de iniciarse el debate. SUR

Desalojos otra vez en un pleno de Málaga crispado por Gaza y violencia de género

De la Torre tuvo que mandar al público abandonar la sala ante las constantes interrupciones en una sesión con ataques durísimos entre las distintas formaciones

Viernes, 26 de septiembre 2025

Pleno fangoso, bronco e interrumpido durante más de media hora, desalojo de público incluido. El Salón de los Espejos pareció por unas horas el Congreso ... de los Diputados. O más allá. La crispación nacional e internacional invadía la Casona del Parque y eclipsaba debates más locales como los contratos de Smassa, los incendios en la zona de Soliva o la reposición de los funcionarios públicos.

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El PP traía para su debate urgente una iniciativa crítica con los fallos en las pulseras en materia de violencia de género. Defendía la moción el edil de Derechos Sociales, Francisco Cantos. «Estamos fallando a la confianza de las mujeres víctimas desde el año pasado», manifestaba.

«Es llamativo oír a los partidos del bloque reaccionario, que niegan las violencias machistas y recortan los recursos. Que utilizan a las mujeres como moneda de cambio con Vox. Y, de repente, están ustedes muy preocupados. Es un ejercicio de cinismo, de generar miedo. Cualquier fallo tiene que ser investigado. Pero convertir fallos puntuales en un cuestionamiento global del sistema es muy peligro», advertía Toni Morillas, portavoz de Con Málaga, que añadía que la propia Fiscalía había dado por resueltos los problemas y asegurado que las víctimas estuvieron protegidas siempre.

La viceportavoz de Vox, Yolanda Gómez, empezaba en tono vehemente: «El Gobierno más feminista de la historia ha sacado a violadores de las cárceles y ha dejado a las mujeres desprotegidas», incidía, al tiempo que equiparaba las pulseras con «productos chinos de Aliexpress». El público interrumpía y el alcalde hubo de llamar al orden, pedir silencio. Primer aviso.

Gómez exigió, entonces, a los partidos de izquierda que pidieran dimisiones, entre ellas la de la ministra de Igualdad. Y aquí se desataron más abucheos en la 'grada'. «A ustedes no les importan las víctimas, sólo los sillones, que mantienen sobre la sangre derramada de las víctimas de la violencia de género», espetaba. Los gritos volvían a interrumpir. Se desalojó a una conocida activista de izquierdas, Carmen Máximo, que llegó a ser candidata de Adelante Andalucía. Pleno suspendido.

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De la Torre avisaba: podrían entrar de nuevo quienes tenían el turno de palabra pedido, algo que enmarcó como una medida extraordinaria muy por encima de las garantías que da el Reglamento Orgánico de Pleno. Pedía entonces la vez Dani Pérez, portavoz del PSOE, que afeaba al alcalde el desalojo global, algo a lo que se sumó el portavoz de Con Málaga, Nicolás Sguiglia, que le recordaba al regidor el vídeo viral tras el pleno veraniego en el que también tuvo que vaciar la sala. El alcalde le respondía animándole a leerse el Reglamento: «No puede haber pleno con un griterío. Actúo con ecuanimidad. Hoy era el momento de hacerlo. Esta señora ya había sido expulsada y estaba claro que no había venido con ganas de estar en silencio. Es la única manera de continuar. No tengo más remedio».

Estas cosas siempre conducen al lugar común de los justos y los pecadores. Los trabajadores del antiguo centro de informática municipal, Cemi, lamentaban entrar en el cupo de expulsados. «Personas alentadas por los partidos de izquierdas boicotearon la intervención. Silencian a los que no piensan como ellos», lamentaba la edil de Vox. Desde el entorno del PP, se comentaba en los pasillos la presencia repetida como activistas para 'alterar' los plenos de nombres como Carmen Máximo (fue candidata de Adelante Andalucía) o de Rosa Galindo (exedil de Málaga Ahora).

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Las frases

  • Francisco de la Torre. Málaga «No puede haber pleno con un griterío. Actúo con ecuanimidad. Hoy era el momento de hacerlo»

  • Daniel Pérez. Portavoz PSOE «Que ondee la bandera palestina en protesta contra el genocidio»

  • Yolanda Gómez. Viceportavoz Vox «Sólo les importan los los sillones, que mantienen sobre la sangre derramada de las víctimas de la violencia de género»

  • Toni Morillas. Coportavoz Con Málaga «Permite que una concejala nos acuse de tener sillones a costa de la sangre de las víctimas y desaloja al público»

Tras el parón, Rosa del Mar Rodríguez, pedía a Vox que retiraran las palabras. «Esto no es una barra de bar», decía la socialista. La edil de Vox no las retiraba. Intervenía De la Torre pidiendo mesura el uso libre de la expresión en referencia a las palabras de la discordia.

«Sólo se acuerdan de las mujeres para hacer política de la mala. Cuando hay que hacer política de Estado, de la que sale en el BOE, no están», opinaba la edil socialista Rosa del Mar Rodríguez. Y ceñía el problema a un fallo en la migración de datos. «Ha habido fallos y deficiencias. Esto no puede volver a pasar. No es algo de partidos, es algo de nuestras hijas, de nuestras mujeres...», apuntaba.

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«Permite que una concejala nos acuse de tener sillones a costa de la sangre de las víctimas y desaloja al público. Es usted, alcalde, arbitrario», atacaba Morillas. El resultado de la votación fue 29 votos a favor (PP, PSOE y Vox) y 2 abstenciones de Con Málaga.

La temperatura estaba elevada incluso antes de la sesión plenaria. Dani Pérez, pedía un minuto de silencio por las víctimas palestinas. De la Torre, aceptaba pero dejaba claro que sería una señal de respeto para las víctimas de ambos países y recordaba que hay muchas guerras en todo el mundo. Y ejemplificó algunas. Toni Morillas reclamaba que la bandera palestina ondeara en la Casona del Parque y la portavoz del PP, Elisa Pérez de Siles, protestaba por iniciarse las intervenciones antes del comienzo de la propia sesión. Las hostilidades estaban servidas. Hasta hubo polémica por la cobertura municipal del minuto en X (antiguo Twitter). Y Sguiglia expresaba su incomodidad por la redacción del tuit.

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Las mociones pedían un espacio urbano en el Parque del Oeste a nombre de Gaza; el cese de los negocios con inversores israelíes; reconocer a Palestina y que su bandera fuera izada en el Ayuntamiento, o la condena y admisión del término «genocidio». Ninguna de estas cuestiones quedó aprobada por PP y Vox.

A primera hora, el PSOE había llevado la bandera de Palestina al mástil vacío en la puerta del Ayuntamiento, junto a la bandera de Ucrania. «Solicitamos que ondee la palestina allí en protesta contra el genocidio de Israel a la población gazatí», aseguraba Pérez. Y esa fue su línea, la de Con Málaga y la de los representantes de ONG pro palestinas (Francisco Javier Barquín, de Al-Quds; Laura Vacas, de la Flotilla de la Libertad, y Sergio Andrés Martín, de Unadikum).

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Trataron en balde Morillas y Dani Pérez que PP y Vox reconociera el término 'genocidio' y apelaron a las miles de personas masacradas por Israel; las hambrunas; a los niños huyendo con sus hermanos a hombros... Se llamó «supremacista» a Israel y se pidió el cese de negocios públicos con sus empresas a lo que subrayaron como exterminio planificado de la población de Gaza.

Las tesis del PP, defendidas por la concejala de Participación, María del Mar Torres, se alineaban con el discurso de Felipe VIante la ONU. Y propuso una serie de enmiendas basadas en la condena tanto de Hamás como de los asesinatos por el ámbito israelí; crear corredores humanitarios; dejar el asunto en manos de los organismos nacionales o internacionales competentes.

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