La saga de El Bere continúa

En su documento nacional de identidad aparece que se llama Francisco Segovia Fernández, pero en El Palo y en Málaga es conocido popularmente como Paco El Bere. Desde hace 42 años y tras pasar por los mercados de El Palo y Salamanca, regenta en la paleña calle Villafuerte una pescadería de barrio, donde en la trastienda, tras el mostrador de mármol y las paredes donde cuelgan fotos de fútbol del Málaga y el Barcelona y algunos símbolos franquistas que según su propietario venían cuando compró el local, se encuentra su particular y modesto reservado donde se han sentado jueces, políticos, grandes empresarios, periodistas, médicos directivos de clubes deportivos a degustar algunos de los exquisitos platos de arroces y pescados, que él mismo selecciona diariamente, salidos de sus manos. Ahora la tradición culinaria de este cocinero en un local que no es un restaurante al uso sino más bien el comedor de la casa de un amigo, en dicho espacio apenas caben diez comensales, tendrá continuidad con la marisquería que abrirán sus dos hijos varones, Alex y Curro (también tiene una hija), este mes a escasos metros de donde El Bere tiene su negocio.

Acompañado de su inseparable puro en la comisura de los labios y sentado junto a los fogones de su estrecha cocina en un lunes donde no hay trabajo en la pescadería, El Bere apodo que le viene porque ponía berenjenas fritas en un bar relata que sus hijos varones se han decidido embarcar en el negocio de la hostelería y para ello han adquirido un local cercano a la pescadería, que se convertirá en la proveedora del género cuando la marisquería abra sus puertas. «Les echaré una mano cocinando; por los hijos hay que hacer lo que haga falta», afirma, al tiempo que añade que eso no significa que deje de dar las comidas en la trastienda de su pescadería «a los amigos y los amigos de mis amigos». Así recuerda que hay un grupo que viene a comer todos los jueves desde hace varios años.

La apertura de la marisquería por parte de sus vástagos, trae a Paco El Bere el recuerdo de una experiencia similar protagonizada por él en 1986 cuando, junto a un amigo, se embarcó en la apertura del bar-restaurante El Copo en Echeverría del Palo. «Aquello funcionó muy bien y gané dinero, pero tuve que dejarlo porque no era vida. Yo terminaba a la una de la madrugada y a las cuatro ya estaba en la lonja o Mercamálaga a por el género. Un día tuve un accidente cuando venía de comprar y decidí dejarlo para centrarme en mi pescadería y mis guisos», cuenta mientras anota una cita para ir, dentro de unos días a cocinar a una empresa de la provincia. «Me llaman de muchos lados para que les cocine y los fines de semana tengo numerosos encargos de paellas, fideuas o guisos para llevar», apostilla.

Sobre la marisquería de sus hijos, subraya que toda la familia está ilusionada. El Bere explica que lo fundamental para conseguir el éxito es que los productos sean de calidad y frescos. «Para eso hay que levantarse muy temprano y buscar el género en el Merca o en la lonja. En la marisquería no va a haber pescado ni marisco de un día para otro», remarca.

A sus 66 años El Bere, que fue cocinero del Málaga Club de Fútbol y mantiene muy buena relación con exjugadores y directivos y fundó la Peña Barcelonista de El Palo, dice que aún no se ha jubilado porque se siente bien pero admite que ayudará a sus hijos en el negocio «y si la cosa va bien habrá que pensar en jubilarse». Eso sí, añade que su pasión por la cocina, aprendida de su madre y de la gente de la mar, la mantendrá cocinando «para mis amigos».