Hoy comienza el juicio al hombre acusado de matar a su expareja y a su hijo en la barriada de La Luz
El suceso se produjo el 23 de septiembre de 2013. Fue el padre de la víctima el que encontró a su hija y a su nieto muertos en el interior de su vivienda
Juan Cano
Lunes, 16 de mayo 2016, 07:51
Un jurado popular tiene previsto juzgar desde hoy a Miguel Ángel G. G., acusado de acabar con la vida de su expareja Estefanía T. V. ... y el hijo de ambos, de cinco años, Aaron, en septiembre de 2013 en el barrio de La Luz, en Málaga capital.
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La Fiscalía malagueña acusa al hombre de dos delitos de asesinato, de uno de coacciones, otro de malos tratos habituales, de cuatro delitos de lesiones y de otro de atentado a los agentes de la autoridad por el momento de la detención. Por estos hechos, inicialmente se solicita 20 años de prisión por cada uno de los delitos de asesinato, con la agravante de parentesco; dos años por coacciones, tres años por malos tratos habituales, un año de cárcel por cada delito de lesiones y dos años por el de atentado a los agentes; haciendo un total de 51 años.
Como responsabilidad civil, se solicita que el acusado, que tiene numerosos antecedentes penales, pague a los familiares con 400.000 euros por la muerte de la madre y del hijo; además de pedir otras indemnizaciones a favor de los padres de la mujer y de los policías por las lesiones supuestamente ocasionadas.
El suceso se produjo en la primera planta del bloque número tres, en pleno corazón de la barriada de La Luz, donde la pareja compartió domicilio hasta su separación ese mismo verano y después de cinco años de matrimonio.
Desde entonces Estefanía T. V. acudía diariamente a cuidar a su abuela materna a casa de sus padres, que vivían a pocos metros de ella, en la urbanización Barceló de la avenida Europa. Sin embargo, cuando la joven faltó a su cita diaria y el pequeño Aaron faltó al colegio los padres de Fany, como la conocían en el barrio, se extrañaron y el padre fue hasta su domicilio a mediodía. Al no contestar a sus llamadas y ante sus sospechas de que le podía haber pasado algo a su hija y nieto, cogió una escalera y entró por una de las ventanas del piso.
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La escena que visualizó era conmovedora: sobre la cama se encontró los cuerpos de Estefanía, Aaron y Miguel Ángel, que estaba en medio de los dos. Pensó que los tres estaban muertos, pero se equivocó. En ese momento y según se desprendió de las primeras pesquisas, su exyerno se incorporó de la cama y, al parecer, en tono amenazador le dijo: «¿Qué quieres, que te mate a ti también?». Ambos forcejearon durante varios minutos, hasta que el presunto autor del doble crimen logró zafarse y darse a la fuga en una Citroën Berlingo de color azul.
En su huida, algunos testigos recuerdan que llevaba la camisa a jirones y con arañazos ensangrentados en el pecho. La llamada de emergencia del padre de la víctima a la Policía Nacional derivó de inmediato en un amplio dispositivo policial, con comunicación a las patrullas de todos los cuerpos de seguridad, de la matrícula, marca y modelo del vehículo fugado. Poco después, una unidad de la Policía Local lo interceptó a la altura del enlace de la autovía de la barriada de la Virreina, en Ciudad Jardín.
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Tras la ruptura, "la situación se agudizó"
La acusación pública señaló en su momento en su escrito provisional que el comportamiento "de falta de control, miedos y hostilidades" del acusado era habitual durante la convivencia con la víctima y también durante la ruptura, dice el ministerio público, "con control y acoso telefónico" a la víctima "coartando su libertad de decisión y movilidad".
Tras la ruptura, "la situación de crisis se agudizó", precisó en su escrito la fiscal delegada de la Sección de Violencia contra la Mujer, Flor de Torres, y tras dejar de convivir, el acusado había manifestado "su intención de acabar con la vida de la mujer en numerosas ocasiones".
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En concreto, apenas ocho días antes, le dijo a un amigo a través de mensajes que la expareja "se libra" por el niño y que si no fuera por el pequeño "la mato". La acusación pública sostiene que el 22 de septiembre, por la noche, el procesado fue a la casa donde residía la mujer con el niño y se inició una discusión.
"Con el decidido e inequívoco afán de terminar con su vida", dice la Fiscalía de Violencia contra la Mujer, en un descuido le produjo a la víctima "por sorpresa" una herida con arma blanca en la zona cervical, que era "vital". Tras conseguir derribarla, le causó la muerte por asfixia, según los forenses.
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El niño fue sorprendido por el padre que, "con el mismo afán" y ante los gritos del pequeño, le obstruyó los orificios respiratorios con la mano, ocasionándole la muerte.
La Fiscalía de Violencia contra la Mujer sostiene que el acusado conoce y comprende el alcance de sus actos, según los informes de los especialistas. Psicológicamente, presenta inestabilidad emocional con baja tolerancia a la frustración, desánimo, ansiedad e irritabilidad impulsiva.
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