
Francisco Jiménez
Jueves, 17 de marzo 2016, 00:58
La huella de los once días de huelga de basuras que ha padecido la ciudad empieza a disiparse en los barrios de Málaga. Cierto es que aunque las montañas de residuos ya no se encuentran en cada esquina, todavía quedan numerosos puntos donde siguen formando parte del paisaje. Y también es cierto que donde ya han sido retiradas las bolsas aún quedan por limpiar los restos esparcidos por la zona. Pero la realidad es que los refuerzos externos contratados por Limasa el martes, con una flota de camiones pulpos recolectando la basura y cargándola en volquetes, está surtiendo efecto en esa carrera contra el reloj para que la ciudad esté a punto antes de la Semana Santa.
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Por qué se esperó hasta el lunes para tomar la decisión en vez de haber actuado desde el momento en que se desconvocó el paro el pasado viernes es una cuestión a la que el Ayuntamiento contesta alegando un error de cálculo por parte de la empresa. Pero falta de previsión al margen, el notable incremento de los refuerzos experimentado ayer con medio centenar de vehículos en la calle, además de los correspondientes al servicio ordinario que cada día presta Limasa, va a permitir que Málaga recupere la normalidad mañana.
Barrios periféricos
Según las previsiones del Área de Sostenibilidad Medioambiental, las calles de Málaga deberían amanecer hoy con apenas 250 de las cinco mil toneladas que se amontonaron junto a los contenedores, con el agravante de que ninguno de los once días llegaron a cumplirse los servicios mínimos. Con el tirón dado ayer en la zona Este (Candado, Pedregalejo y Cerrado de Calderón), Fuente Olletas, Ciudad Jardín, Palmilla, Carretera de Cádiz y Colonia de Santa Inés, la retirada de basura concluirá esta mañana con los trabajos programados en los distritos más periféricos (Puerto de la Torre, Churriana y Campanillas), además de urbanizaciones del entorno de El Limonar, diseminados de la zona Este y Los Montes.
Una vez culminen estas tareas, las empresas externas se marcharán y todos los esfuerzos de Limasa se concentrarán en las labores de baldeo para sanear el rastro dejado alrededor de los contenedores, unas tareas que serán ejecutadas por indefinidos a tiempo parcial (conocidos como domingueros) y personal eventual.
«El viernes no solo estará terminada la recogida, sino que también quedarán limpios los entornos de los contenedores», aseguraba ayer el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez. Respecto al malestar de los vecinos de aquellas zonas en las que la basura está tardando más en retirarse, del que la oposición también se ha hecho eco, el edil argumentó que la distribución de los trabajos ha sido «técnica». «Se ha dado prioridad a los barrios con mayor densidad de población y a aquellas zonas donde la acumulación de basura dificultaba el paso.
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Por su parte, el alcalde de Málaga rehuía ayer de la polémica surgida a raíz de que para recuperar la ciudad Limasa haya contratado los servicios de FCC, empresa que posee la cuarta parte de las acciones de la entidad. «Limasa es la empresa con la que tenemos contratado los servicios de limpieza y recogida de basuras y Limasa es la que tiene que resolver esta situación. Y ellos han buscado maquinaria allí donde existe», apuntaba Francisco de la Torre. En lo que sí que incidió el regidor es el gasto de todos los refuerzos de estos días saldrán del presupuesto de Limasa, de la que el Ayuntamiento posee el 49%.
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