Hallan féretros en una de las fosas comunes de Campillos que podrían corresponder a enterramientos posteriores

La excavación está dirigida por las profesoras María José Berlanga y Encarnación Barranquero, de la Universidad de Málaga, y cuenta con un equipo especializado en arqueología forense e historia contemporánea. Según han explicado, este hallazgo plantea nuevas preguntas sobre cómo y cuándo se produjeron los enterramientos, y se estudia si los féretros corresponden a distintas fechas o a un mismo momento. El análisis de la disposición, los materiales y el contexto estratigráfico permitirá aclarar si hubo fases sucesivas de inhumación o algún tipo de planificación específica en el enterramiento múltiple.

Según ha podido saber SUR, una de las líneas de investigación en curso apunta a que las fosas comunes podrían haber sido alteradas por enterramientos posteriores, o incluso encontrarse bajo pabellones de nichos construidos con posterioridad. Se trataría de zonas de enterramiento clandestino, cuya ubicación no siempre era conocida o no se respetó a lo largo del tiempo. Berlanga ha explicado que se trabaja actualmente en la datación precisa de esos enterramientos, así como en el estudio antropológico de los restos para detectar posibles episodios de violencia relacionados con la causa de la muerte.

Además del equipo técnico, en los trabajos colabora alumnado universitario, que participa en tareas de excavación, documentación y análisis dentro de un marco de formación práctica en investigación arqueológica. Esta participación contribuye tanto al avance del proyecto como al aprendizaje en un entorno real de trabajo. Las autoridades municipales, presentes durante una reciente visita, valoraron positivamente el desarrollo de la intervención y destacaron la implicación institucional y académica en esta actuación de carácter científico.

Los investigadores estiman que las dos fosas comunes localizadas podrían albergar restos de más de un centenar de individuos. Algunos presentan indicios compatibles con muertes violentas, según los primeros análisis antropológicos. La superposición de féretros aporta un elemento adicional que deberá ser interpretado cuidadosamente, ya que podría indicar diferentes momentos de uso de la fosa o reflejar patrones específicos en la forma de proceder a los enterramientos colectivos. La documentación minuciosa de cada unidad será fundamental para avanzar en las conclusiones.

El proyecto cuenta con un presupuesto aproximado de 30.000 euros y se enmarca en el Plan Estatal de Exhumaciones, promovido por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática. Su ejecución es fruto de un convenio de colaboración entre la Junta de Andalucía y la Universidad de Málaga. La actuación actual se centra en la primera de las dos fosas detectadas, mientras que la intervención en la segunda está prevista para el año 2026. En ambas fases se aplicarán protocolos científicos establecidos para este tipo de intervenciones.