Campillos inicia el estudio para la rehabilitación del Cortijo de las Mezquitas, un BIC del siglo IX
Supone un «paso fundamental» en la planificación de futuras investigaciones de excavación y recuperación del enclave
Comienza la puesta en valor del Cortijo de las Mezquitas de Campillos. El Ayuntamiento ha iniciado el estudio para la rehabilitación del enclave, un ... Bien de Interés Cultural (BIC) del siglo IX, que corre el peligro de derrumbarse debido a su actual estado. Esta primera actuación, llevada a cabo por un grupo de arqueólogos y arquitectos, supone un «paso fundamental» en la planificación de futuras investigaciones de excavación y recuperación del enclave, según indicó el concejal de Urbanismo de Campillos, Diego Lozano. «Estamos ante un patrimonio histórico que está próximo a sufrir un deterioro irreversible si no se actúa urgentemente».
Esta edificación con más de mil años de antigüedad alberga una mezquita construida en el siglo IX, sobre la que posteriormente se construyó en el siglo XVI un cortijo. Así, el lugar pasó a denominarse 'Cortijo de las Mezquitas', su nombre actual. El edificio fue declarado Bien de Interés Cultural en 2008 y, dado su mal estado y el serio riesgo de derrumbe, el Ayuntamiento esta realizando gestiones que permitan trabajar en su recuperación. Desde 2020, y con conocimiento de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga y la propiedad, el Consistorio está ayudando en tareas de mantenimiento y conservación del BIC, como son las de desbroce, reposición de vallado metálico perimetral y arreglo de la puerta de entrada principal para evitar acciones vandálicas.
Ahora, un equipo de arqueólogos y arquitectos investigadores está analizando la secuencia estratigráfica de la arquitectura de la mezquita, construida en la época altomedieval. El objetivo es resolver las incógnitas sobre la articulación de la mezquita y sobre la secuencia de este yacimiento.
Concretamente, los trabajos se enmarcan dentro de un proyecto sobre paisajes islámicos en el sur de Andalucía liderado por el doctor Angelo Castrorao Barba, del Instituto de Arqueología y Etnología-Academia de Ciencias de Polonia, y financiado gracias al programa PASIFIC (H20220-Marie Skłodowska-Curie Actions-COFUND-2018).
El equipo está formado por María de los Ángeles Utrero Agudo (EEA/EEHAR, CSIC), Pedro Gurriarán Daza (Yamur Arquitectura y Arqueología SL), José Ignacio Murillo Fragero (Urbe pro Orbe), Angelo Castrorao Barba (IAE-PAS) e Irene Caracuel Vera (Universidad de Murcia). El Ayuntamiento ha colaborado en esta fase cubriendo el alojamiento del equipo investigador, además de prestar ayuda en tareas auxiliares como desbroce de las zonas de estudio o apoyo con grupo generador para uso de puntos de luz, entre otros.
Según la investigadora Utrero, la metodología aplicada es lo que se conoce como 'arqueología de la arquitectura'. «Intentamos estudiar el edificio de un modo arqueológico para entender su evolución, es decir, cuándo se construye, cómo se transforma en el tiempo, cómo esas transformaciones implican que se le añadan cosas y se transformen elementos, y entender cómo ha llegado hasta nosotros».
Por su parte, el jefe del proyecto indicó que el siguiente paso es estudiar el entorno y el posible yacimiento que albergan los alrededores de la mezquita. «La idea es investigar no solo el edificio en sí, también verlo como yacimiento estratigráfico y entender bien la secuencia histórica».
Así, para el próximo mes de octubre este equipo de investigación tiene prevista otra fase del estudio que podría incluir el inicio de las excavaciones y otros trabajos de conservación.
Por otro lado, el Consistorio ha solicitado un nuevo informe de conservación a la empresa YAMUR, en el que se apunta que las nuevas patologías encontradas afectan a elementos estructurales que pueden ocasionar el colapso y ruina de partes constructivas altomedievales muy significativas. «El estudio continuado del edificio demuestra que se trata de lesiones vivas y cuya gravedad se acentúa rápidamente».
Para cubrir las necesarias obras de consolidación y protección, el concejal de Urbanismo explicó que el Consistorio va a destinar una partida de 30.000 euros en los presupuestos de 2022 y se compromete a aportar otra cuantía en 2023. «Estamos muy preocupados por el estado de la mezquita y dispuestos, con el aporte de esta cuantía, a evitar su colapso. Tenemos que ser responsables con el patrimonio y mantenemos la mano tendida a la propiedad y a la delegación de Cultura para asumir la importante responsabilidad de abordar los necesarios proyectos de conservación de este BIC, así como la búsqueda de financiación pública que garantice su futuro».
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