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Curro Márquez y José Antonio Lavado, en el callejón de La Malagueta. :: eduardo nieto
En lucha por el futuro

En lucha por el futuro

Los novilleros locales Curro Márquez y José Antonio Lavado tienen puestas grandes esperanzas en su actuación del día 13

MARTA JIMÉNEZ

Viernes, 10 de agosto 2018, 12:38

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La segunda de abono de la feria taurina de Málaga trae una llamada al futuro con la presencia de tres novilleros que buscan su hueco (estable) en el este duro mundo. De los tres jóvenes que se anuncian, dos de ellos tienen pasaporte local con la esperanza de viajar a una rutina distinta y distante a poder ser de los horizontes sin fechas. Quien abre el cartel es Curro Márquez (Fuengirola, Málaga, 1993) que llega a Málaga tras torear sólo dos festivales: uno en Carmona en el mes de mayo y otro recientemente en la localidad granadina de Castillejar. El novillero reconoce sentirse «preparado, con muchas ganas y con más ilusión que nunca» ya que tendrá dos novillos. Durante los años en los que el formato del cartel eran seis novillos para los seis anunciados las oportunidades se reducían. «Eso era muy complicado». Esa doble carta de la baraja para el fuegiroleño «implica estar más mentalizado para afrontar un compromiso de mayor envergadura». Una actuación que se ha preparado entrenado «mañana y tarde» alternando tentaderos y con algún toro a puerta cerrada , o que ha desembocado en que el respetable «se va a encontrar un Curro Márquez más maduro, más consciente de la actuación y algo más cuajado».

Confiesa que las sensaciones vividas esta temporada ante los novillos son «muy positivas» y añade que en cada una de las tardes ha notado un avance «en la forma de estar en la plaza, con más naturalidad, más aplomo más templado». Conceptos que se unen a lo aprendido desde 2017 en La Malagueta, donde dio una vuelta al ruedo y que se refieren a cuestiones como la colocación de la espada, «aunque para eso está el carretón, para pulir esos defectos». Precisamente el fallo con los aceros le privó de un triunfo mayor en su último festival y entonces recuerda la frase que le dijo el maestro malagueño Javier Conde: «En Málaga hay que asegurar, no se pueden perder las orejas por las espadas. No es lo mismo sonar con las orejas en la mano que no cortándolas».

Sus siguientes compromisos serán el 24 de agosto en Casasviejas (Ávila), el 6 de septiembre en Calasparra y está pendiente de confirmación para estar presente en Peralta y Madrid. Esto último significaría debutar en la primera plaza del mundo y algo que supondría «lo más importante de mi carrera». «Sería el todo o nada pero estoy tranquilo. Si finalmente voy a Madrid me lo tomaré como una plaza más porque si le das muchas vueltas al final no lo ves claro por ningún lado», explica el joven espada. Reconoce que aunque ha sonado más veces el teléfono se ha visto obligado rechazar ofertas. La razón es así de clara: «No me visto de torero gratis para que me mate un toro».

«Se van a encontrar a un Curro Márquez más maduro, consciente de su actuación y más cuajado» «Son dos novillos, dos oportunidades, ojalá embistan», afirma un «ilusionado» Lavado

Para esa tarde tendrá una protección muy especial, y es que Curro Márquez lucirá un capote de paseo con la imagen de la virgen de las Angustias, titular mariana de la cofradía del Descendimiento, imagen a la que guarda gran devoción y de la que es capataz en la tarde del Viernes Santo. Además, como viene haciendo desde hace unos años antes del festejo, le implorará en su capilla del Hospital Noble.

El responsable de matar al segundo y quinto de la tarde será José Antonio Lavado (Benamocarra, Málaga, 1995) que se encuentra «muy ilusionado y muchas ganas» aunque lamenta que la preparación en lo que a tentaderos y novilladas se refiere ha sido prácticamente nula. «Si es verdad que entreno como si fuera lo que es: la única tarde que tengo», apunta.

Admite que «a uno le cuesta entrenar sin tener ninguna fecha, sin saber cuándo va a volver a torear y cuando se presentan los meses y no tienes nada pues cuesta mucho pero la ilusión mueve montañas y hay que seguir con ilusión». La ausencia de fechas no merma su espíritu torero: «Si yo no torearse seguiría entrenado igualmente porque lo tengo es afición. Yo empecé por afición y el que la tiene la tiene y el que no la tiene le cuesta tenerla. La gente me conoce sabe que tengo mucha afición, me lo paso bien, me divierto. Hay que estar en la técnica, en la colocación y hacer las cosas lo mejor posibles pero entrenando también se disfruta».

Lleva dos años trabajando en el campo, «luchando» mientras llega su oportunidad que además este año se presenta doble, como le propio Lavado dice, «gracias a Dios son dos novillos y son dos oportunidades, así que ojalá embistan».

La ganadería

El hierro de Toros de la Plata, al igual que en 2017, volverá a ser el que salga de chiquero. Para el malagueño «quitando el novillo mío del año pasado que fue un novillo manso la novillada me gustó porque hubo novillos con rimo y con clase. Esta año no sé cómo vendrán pero el año pasado me gustó».

Sobre las esperanzas en el festejo, el de Benamocarra lo tiene claro: «Estoy convencido de que nuestra lucha del día 13 no es entre nosotros, la lucha es arreglar nuestra carrera, enmendar la situación y pegarle un empujoncillo. Málaga es de primera y tiene importancia cortar orejas. El lunes lo que me gustaría sentir es que lo di todo y quedarme tranquilo por no haberme dejado nada».

El tercero en discordia será el algecireño Corruco que fue el vencedor el año pasado del Certamen Internacional de Escuelas Taurinas que se celebra, con un gran éxito de asistentes, como antesala del abono taurino malagueño y que en 2018 ha alcanzado su XIII Edición. El joven novillero, de nombre José Luis Becerra y con 20 años, se ganó un sitio en la novillada picada del abono gracias a su actuación ante un novillo de la ganadería de Santiago Domecq. El que era alumno de la Escuela Taurina de Algeciras dio una vuelta al ruedo de la plaza del Paseo de Reding tras una faena muy agradecida por el público y que le dio su boleto para anunciarse con los del castoreño un año después en La Malagueta. Un nuevo escalón, ahora también con los varilargueros, en una trayectoria que empezó desde bien niño, cuando renunció a sus clases extraescolares de fútbol y taekwondo para comenzar el camino del sueño de ser matador de toros. El que durante seis meses fuera también alumno de la escuela taurina de Madrid cerrará así este cartel de luchadores por su ilusión.

Para que todo salga según lo esperado y soñado, los toros, en este caso novillos, también tienen que funcionar. Al igual que ocurriera el año pasado, y tal como se decía líneas atrás, la ganadería escogida para este segundo festejo es la de Toros de la Plata, un hierro cuya finca, que lleva por nombre 'Las Majadillas', se encuentra en el municipio sevillano de Castillo de las Guardas, es propiedad del también empresario Pedro Trapote y su procedencia actual es Manolo González, González Sánchez-Dalp y Guadalest. En 2017, en la que también saltaron al ruedo dos ejemplares herrados de Antonio Ordóñez, trajo a Málaga novillos bien presentados aunque de juego desigual. Recientemente, el pasado mes de julio, esta misma ganadería se anunció en el municipio gaditano de San Fernando ofreciendo seis ejemplares de muy buena presentación y juego que favoreció el triunfo de los diestros, que en esta ocasión eran David Fandila 'El Fandi' y David Galván, que salieron a hombros.

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