Susana Díaz pide un acuerdo constitucionalista para frenar a la extrema derecha

«A pesar de ser el partido más votado, de ganar en siete de las ocho provincias y de adelantar en siete puntos al segundo y diez al tercero, es evidente que ha habido un retroceso real de la izquierda, pero lo más grave es que ha entrado en este nuevo ciclo político en España la extrema derecha y lo ha hecho en primer lugar en el Parlamento de Andalucía», destacó en el cuartel electoral del PSOE montado en un hotel sevillano tras conocerse los resultados.

Pese a que en su intervención no lo formuló de manera explícita, fuentes del PSOE aseguraron que la intención de Díaz es promover un gobierno de concentración ante la posibilidad de que la extrema derecha se convierta en una fuerza decisiva para el futuro de la comunidad autónoma.

Díaz recordó que durante la campaña electoral se comprometió, si ganaba las elecciones, a convocar a todas las fuerzas políticas y que ahora la hará teniendo en cuenta que hay una nueva realidad marcada por la presencia en el Parlamento Andaluz de la extrema derecha, un fenómeno, recordó, que se está produciendo en Europa y en el resto del mundo. Reclamó en ese sentido al PP y a Ciudadanos, sin nombrarlos, que demuestren su condición de partidos constitucionalistas y democráticos «parando a la extrema derecha en Andalucía».

Lo hizo, aseguró, tomando en cuenta que la mayoría ha decidido que la opción socialista sea la más votada, por lo que le corresponde al PSOE convocar al resto de las fuerzas políticas para impedir que la extrema derecha, con sus propuestas «racistas y xenófobas», se convierta en la fuerza decisiva en el Parlamento andaluz. En ese sentido, anunció que abrirá un periodo de diálogo con todas las fuerzas políticas, del que implícitamente excluyó a Vox.

Según Díaz, con el nuevo panorama tras el resultado electoral, le toca ahora al resto de las fuerzas decidir si quieren convertir a la extrema derecha en la llave del gobierno andaluz y si optan por vincularse a esa opción frente al panorama político que se abre ahora en España, con las elecciones generales, autonómicas y municipales en el horizonte.

«Cuando la mayoría ha dicho que el primer partido sea el PSOE y hay además un partido de extrema derecha, que defiende el quiebre de la convivencia y que supone un cambio estructural en la democracia española, nosotros vamos a asumir la responsabilidad de llamar al resto de las fuerzas políticas y que cada uno diga si quiere vincular sus votos a la extrema derecha o si en cambio quieren impedir que la extrema derecha entre con contundencia a ser la llave del gobierno de Andalucía». La candidata socialista destacó que los partidos deberán tomar esa decisión en vísperas de la celebración del 40º aniversario de la Constitución.

Díaz aseguró que asume esa propuesta para ofrecer a los andaluces una opción que no pase por la extrema derecha, aún reconociendo «sin paños calientes que a pesar de ganar muchos ciudadanos se han quedado en casa y no han querido confiar en nosotros». La candidata socialista, que repitió una y otra vez el término «extrema derecha», insistió en la necesidad de apartar de cualquier poder de decisión a una formación «racista, xenófoba, que justifica la violencia contra las mujeres y que justifica el enfrentamiento y la violencia entre los ciudadanos».

La presidenta en funciones de la Junta advirtió que lo que suceda en ese sentido en Andalucía marcará el ciclo político que se abre en España e instó por ello al resto de las formaciones a que digan si están dispuestos a que la política española la condicione una formación de esas características.

«Para mí, concluyó, no es una buena noticia que la izquierda haya bajado en Andalucía, pero sí es una responsabilidad ser el dique de contención de la extrema derecha», concluyó.