Carlos Núñez: «No es que yo vea celtas por todas partes, es que lo celta forma parte de nosotros»
El popular gaitero regresa el 5 de diciembre al Cervantes para demostrar la influencia de esa cultura en la historia de la música
Habla rápido, encadenando una idea tras otra con la agilidad y el aplomo de quien domina el tema. Carlos Núñez tiene tanto que decir sobre ... lo celta que una entrevista se queda corta -muy corta- para reflejarlo. Por eso lo ha puesto por escrito en 'La hermandad de los celtas', un libro donde se descubre que fue en la Península Ibérica donde se conformó «lo celta», que su música está presente en los Beatles y hasta en el trap y que existe toda una Andalucía céltica desconocida. Algunos creerán que el gaitero ve celtas por todas partes, pero no, lo que ocurre es que «lo celta forma parte de nosotros». Está ahí desde siempre. El gallego vuelve al Cervantes el 5 de diciembre para demostrarlo en vivo y en directo.
-Sus conciertos son una lección magistral de música celta. Le faltaba ponerlo por escrito.
-Sobre todo, darme el placer de aprender y de llegar hasta el fondo con muchas preguntas que siempre me he hecho. Sentía que había una visión un poquito superficial de lo celta, mucha bruma y mucho misterio.
-¿Cuál es el descubrimiento que más le ha sorprendido?
-Yo he puesto encima de la mesa lo que se sabe a día de hoy a través de los grandes expertos de cada materia. Mis maestros han sido los arqueólogos, los musicólogos, los lingüistas... Siempre nos dijeron que los celtas eran unos señores que llegaban con cuernos desde el centro de Europa, y ya se ha dado la vuelta a eso. Ahora se cree que lo celta era un sistema de intercambio, una forma de transmisión de ideas que nacía en la Península Ibérica. La península ejerció como 'network', como punto de encuentro entre la energía mediterránea y la atlántica, aquí se actualizaba, se reinventaba y seguía el camino por el 'corredor atlántico'. ¿Dónde están las lenguas celtas más antiguas que se conocen en el mundo? Pues en Andalucía, en la zona de Tartessos. En esa Andalucía atlántica que la gente aún no conoce, porque tiene una visión de Andalucía muy romántica. ¿Dónde nace la gaita que existe hoy? Pues, hace mil años aproximadamente, en la Península Ibérica. Aquí se produce una reinvención del instrumento juntando instrumentos supervivientes de las épocas anteriores, como el bordón, a los que se le añaden fuelle, la parte que hace la melodía... Toda la energía del mediterráneo en contacto con el atlántico se renueva. Y cuando en el camino hacia el norte se nutre de ese halo de misterio y de magia que tiene lo atlántico, eso es lo celta.
-Y si podemos sacar pecho de todo esto, ¿por qué no se ha hecho?
-Las cosas están cambiando. Lo dice el British Museum, «el celta es una lengua indoeuropea con acento ibérico». Nos está poniendo en una posición privilegiada. Uno de los capítulos del libro es el sueño celta andaluz. Existe toda una Andalucía que conecta con lo celta que se está despertando. En el siglo XIX los ingleses venían a Málaga para ir a ver el templo druida de Menga. Ya entonces existía un imaginario celta en Andalucía.
-Pero no deja de ser un imaginario, porque no era realmente un templo druida.
-Esto es más rico de lo que parece. No es que llegasen los celtas desde fuera, es que lo celta ya estaba ahí, eran los mismos que llevaban miles de años habitando. Del mundo de los dólmenes al mundo de los bardos, las liras y las arpas de los celtas de hace 2.000 años hay una continua adaptación. Me explicaban que el nombre de Menga es celta: 'Men', piedra en Bretaña. Le pregunté al arqueólogo Martín Almagro quiénes eran los celtas, ¿aquellos de los que nos hablaban griegos y romanos hace 2.500 años, porque ellos vieron celtas en Hispania pero no en las islas británicas?, ¿aquellos de la Edad Media, con el Rey Arturo y Merlín?, ¿o son los de los países donde hoy se habla lenguas celtas, Irlanda, Escocia, Gales? Y me contestó: «Carlos, ¿tú quién eres? ¿El niño que con dos años empezaba a hablar?, ¿el que con ocho años tocaba la flauta y la gaita? ¿o el que hoy da conciertos por el mundo?». Me pareció un símil precioso.
-Entonces, en Andalucía somos más celtas de lo que creemos.
-Sí, pero de verdad. Existe toda una Andalucía céltica más allá del imaginario de los ingleses del siglo XIX. Estamos hablando de cosas científicas. Por ejemplo, se encontró el primer manuscrito que se conoce con la música de los bardos medievales. Escribieron los 24 patrones rítmicos y armónicos. Era un código binario de ceros y unos, cero quería decir tensión y uno calma. Ese 'double tonic' lo encontramos vivo desde la época de las liras y las arpas hasta el rock and roll.
-¿Los Beatles suenan a celta?
-Sí. Los Beatles y toda la música británica inspirada en la música americana tiene elementos de la música celta más antigua. Los ingleses pobres, del campo, que mantenían la música celta emigran a EE UU y mezclan su música con las músicas negras. Entre tanto, Inglaterra se olvida de sus tradiciones y se centra en la música clásica. Pero de pronto le llega de América su música propia actualizada con la cosa africana. Eso es lo que sucedió con el pop y rock británico. Con mi libro hago un llamamiento a los jóvenes artistas para que beban de sus raíces. Percibo que hay una nueva generación, como Rosalía, Salvador Sobral o Amaya, que tiene cierta sensibilidad hacia músicas tradicionales y es importante que se extienda la visión de que podemos aportar a la tradición desde cualquier género, incluso desde el trap.
-En Rosalía hay un poco de todo, así que también habrá algo celta...
-Un musicólogo analizaba sus influencias y encontró en varias canciones la famosa 'double tonic'. Cuando se bebe de la tradición, aunque sea intuitivamente, salen cosas con más sustancia.
-Algunos pensarán que ve celtas por todas partes...
-No es que yo vea celtas por todas partes, es que lo celta forma parte de nosotros. Tenemos la visión de que solo somos mediterráneos; nos hemos olvidado del atlántico, de nuestra media naranja, de la cara oculta de la luna.
-¿Echa en falta el mismo apoyo a la música celta que al flamenco?
-España fue un poco a lo fácil, se dejó llevar por las cosas que aparentemente funcionaban, se dejó guiar por los imaginarios construidos desde fuera -como el mito de Carmen- y nos hemos olvidado de crear los nuestros propios. En Andalucía existen cantidad de músicas tradicionales desconocidas, más antiguas que el flamenco. Paco Peña me decía que las músicas de flauta rociera suenan más a escocés que a flamenco. Esa Andalucía celta es algo muy novedoso que, atención, está funcionando.
-Y, dígame, a parte de música celta, ¿qué escucha?
-Estoy continuamente brujuleando todo tipo de músicas, porque puedes aprender de cualquier género. En el fondo, todos están conectados, todos han bebido unos de otros.
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