«Cada vez hay menos mujeres que estudian Ingeniería»

En la rama de Ingeniería y Arquitectura, de los 22 grados impartidos por las distintas ETS solo en el grado de Ingeniería de la Salud se cumple la paridad, con un 43,3% de hombres y un 56,7% de mujeres. El doble grado de Ingeniería Eléctrica y Mecánica es el que presenta una brecha mayor, con solo un 5% de alumnas frente a un 95% de alumnos. Por este motivo, la profesora de ingeniería Ana María Barbancho lleva dos años celebrando unas jornadas por el Día Internacional de la Mujer en la Investigación Inclusiva.

Barbancho, que es doctora e ingeniera de telecomunicación, explica: «Hay menos mujeres que en la época que yo estudié, y debería ser al revés, por eso surgió la idea de organizar estas jornadas». Este evento, que fue celebrado en noviembre de 2020 tras tener que ser aplazado por el Covid-19, va dirigido a preuniversitarios de entre 15 y 17 años y esta última edición tuvo lugar de forma telemática. «El evento se trasladó a la red de directores de Andalucía. Tuvimos un instituto de Sevilla, otro de Villanueva del Trabuco y dos institutos de Málaga. Al ser 'online' esta edición se pudo conectar más gente», cuenta la profesora.

Las dos ponentes que se eligieron en esta edición eran ingenieras y madres de familia. «La idea era transmitir que se puede ser ingeniera y tener hijos y familia. Que no es cuestión de la carrera que elijas, sino de organizarse», desarrolla Barbancho. Además, insiste en que las jornadas no iban dirigidas únicamente a las chicas, sino también a los chicos, para que en la conciencia masculina también esté que las mujeres pueden estudiar carreras técnicas. «Del mismo modo, quisimos transmitir que la ingeniería es algo muy chulo, bonito y actual. Todo un completo que vale tanto para un chico como para una chica», argumenta.

A pesar de la poca presencia femenina en las carreras técnicas, algunos estudios internos de la ETS de Ingeniería de Telecomunicación determinan que la mayoría de las mujeres que empiezan estos grados los terminan, y además con mejores notas que los hombres, según ha asegurado la profesora Ana María Barbancho. «Por eso quiero decir que en el fondo la que entra, termina, y lo hace bien. Es decir, que no es por problema de que les vaya peor que a los chicos, por eso no entiendo que cada vez lleguen menos mujeres a las titulaciones», narra.

Respecto a la evolución del alumnado de nuevo ingreso, en los últimos años se ha observado un ligero aumento del número de mujeres en la rama de Ingeniería y Arquitectura en la UMA. En el curso 2015/16 hubo un 18,5% de mujeres, mientras que en 2017/18 -últimos datos sobre los que se tiene constancia- el porcentaje subía a un 20,5%. «La Unesco tiene un estudio muy interesante sobre la niña y la ciencia, y dice que todavía hay un montón de factores familiares entre las causas de esta desigualdad, pues debe de haberlos», explica Barbancho.

Para Ana María Barbancho, la principal razón está en la desinformación respecto a las carreras técnicas. «Yo creo que a veces se proyecta la idea de que la ingeniería es algo complicado, mi opinión personal es que tampoco es tan difícil, solo que a lo mejor requiere un estudio más diario que otro tipo de disciplina», afirma. Además, piensa que la gente tiene la falsa creencia de que las ingenierías no son creativas, «y las niñas suelen ser más creativas que los niños», añade.

Para Barbancho la dedicación en tiempo y la posibilidad de conciliación familiar no son determinantes en este caso. «A día de hoy cualquier trabajo según cómo te lo plantees tiene un horario reducido o no, entonces ser ingeniero no tiene por qué tener un horario más amplio. Ingenieros hay desde altos directivos a programadores y gente de administración», explica la profesora. Entonces, ¿por qué se han elegido dos ingenieras que son madres para las ponencias de las jornadas? Ana María Barbancho lo tiene claro: para que vean que se puede hacer todo.

Para ella, traer a madres hace que las adolescentes puedan ver que se puede trabajar exitosamente como ingeniera y a la vez tener una vida familiar normal. «Que si no quieres tener niños y solo dedicarte a tu trabajo, pues también, y evidentemente tendrás más tiempo, pero que se puede hacer todo», argumenta la doctora. Barbancho asegura que la cuestión es organizarse y priorizar.

Las ponentes invitadas fueron Lourdes Sánchez, de la empresa Dekra, y M.ª Carmen Benítez, catedrática de la Universidad de Granada. Asimismo, la ETS de Ingeniería de Telecomunicación organiza también en verano unos campus para chicas, en los que se pretende fomentar la participación de las mismas en la ciencia y en las carreras técnicas. «Todavía se deben hacer más difusiones desde aquí de la escuela y desde los institutos», concluye Barbancho, que quiere dejar claro que la ingeniería merece la pena y que, para ella, es la carrera del futuro.