Kokoshca, los creadores del indie más ecléctico para los inconformistas

Su estilo, por clasificarlos en algún stand de una tienda de música, es el indie-pop, pero también lo es el rock, el garage o incluso el bolero. Lo cierto es que sus canciones son fácilmente reconocibles, llevan por bandera la autenticidad y hacer diferente lo que en el indie puede ser tedioso o reconocible.

El jueves 31 (20.30 horas, 3 euros) llegan por primera vez al Contenedor Cultural de la UMA para presentar su última aportación al mundo de la música alternativa: 'El Mal', con 12 canciones llenas de claroscuros y sonidos reconocibles 'kokoshquianos'. «Hacemos canciones de todos los estilos, no tenemos complejos en hacer lo que nos apetece», comenta Tirapu, añadiendo que se dejan llevar componiendo siempre y cuando todo suene a Kokoshca: «No sé si es por el juego de voces, la secuencia, los punteos... Hay un algo que nos define».

La dificultad de ir creciendo en el competitivo mundo musical no ha sido nunca una de sus preocupaciones. De hecho, Tirapu afirma que disfrutan de «lo que va viniendo», porque si comúnmente la incertidumbre es un poderoso arma que sólo dispara dudas, en la música, aún más. Y esas dudas suelen llevar al fracaso: «Si no tienes muchas aspiraciones todo lo que llega es guay, y nosotros empezamos a tocar porque nos lo pasamos bien, a hacer canciones, y el hecho de que nos escribieran para hacer un concierto ya era increíble».

Para un músico, sobre todo con un nuevo disco en el mercado, ver cómo el público corea en un concierto sus canciones resulta muy gratificante: «Nos pasó hace poco que tocamos en Miranda y nuestro disco había salido en noviembre, tenía poco tiempo. Tocamos casi todas del nuevo pensando que la gente no se sabría las canciones, y nos sorprendimos porque las cantaban, todas. De repente conectas con la gente sin conocerla, sólo oyéndolos cantar», afirma la vocalista.

A la hora de hacer música diferente a la popular, la industria cultural complica el crecimiento de grupos como Kokoshca, que llevan años sobre las tablas y con algunos «discos-hijos» en su carrera. «Es un momento complicado para cualquiera, la sociedad está estructurada para que seamos esclavos. Ya es complicado hasta para la gente que tiene un trabajo estándar». A pesar de ello, Amaia e Iñaki intentan vivir de la música, que por algo se empieza.

El jueves sorprenderán al público del Contenedor, que acostumbrado a ver lo diferente y lo auténtico, seguro que se quedará con el nombre de Kokoshca para la lista de reproducción de Spotify.